la Biodiversidad en Coahuila

la Biodiversidad en

Coahuila

Estudio de Estado

Un libro elaborado con la colaboración de 157 investigadores en coordinación con la CONABIO y la Secretaria del Medio Ambiente.

Resumen elaborado por

Ing. Jesús Salvador Hernández Vélez

Si queremos cambiar las situaciones críticas o peligrosas por las que atraviesa la biodiversidad de Coahuila, es importante iniciar un círculo virtuoso en la conservación, que por necesidad tiene por punto de partida el conocimiento.

En Coahuila, como en todo el planeta, de pendemos de nuestra riqueza natural y de los servicios que nos brinda el ambiente, pero la nueva cultura tecnológica ­­—desarrollada tan rápidamente y que nos absorbe de forma tan fácil—, a pesar de ser tan útil, también conlleva el riesgo de que nos aleje de lo natural, y nos lleve a desconocer lo que nos rodea, la riqueza natural de Coahuila.

Esta obra es un proyecto de muchas personas, especialmente de todos aquellos que, de manera voluntaria y altruista, tomaron muy en serio el escribir sobre este territorio que tan bien conocen y que seguramente admiran, un lugar maravilloso, una tierra plena de belleza y rica por su valor natural y por su gente, a quienes está dedicada esta obra.

El libro la biodiversidad en Coahuila. Estudio de Estado, representa el primer diagnóstico integral sobre el patrimonio natural de la entidad y es sin duda, un avance significativo para la difusión del conocimiento sobre éste y su importancia.

Provee una línea base para conocer los procesos de cambio y modificación de los ecosistemas de la entidad y establecer las acciones pertinentes para asegurar su conservación y uso sustentable en el largo plazo.

Tengo la seguridad de que las instituciones locales darán continuidad a los esfuerzos para incrementar el conocimiento sobre la biodiversidad, el registro de los cambios, para poder regularlas y apoyarán la difusión de esta obra. Especialmente a la Secretaria de Medio Ambiente de Coahuila (SEMA) y a los 157 autores perteneciente a 32 instituciones y organizaciones estatales.

(CDB) La biodiversidad abarca la variedad de las especies vivientes, no sólo las plantas (Plantae) y los animales (Animalia), sino también los hongos (Fungi), los protozoarios (Protista) y las bacterias (Monera). También considera a los ecosistemas que alojan a las distintas especies, y a la variabilidad genética intrínseca de las mismas (CBD 1992, CONABIO 2000; Figura1).

La pérdida de biodiversidad y degradación de ecosistemas por causas relacionadas con los modos de producción y la obtención de bienes y servicios que han resultado no sustentables, son una preocupación para la comunidad global de la que México forma parte.

El proceso de las EEB busca completar dos documentos de planificación estratégica importantes (fígura4); 1) Estudio del Estado, que es un diagnóstico de línea base sobre la biodiversidad del estado en sus diferentes niveles y 2) Estrategia Estatal sobre Biodiversidad, que es un documento de planificación estratégica mediante el cual se establecen las prioridades de acción en el corto, mediano y largo plazos.

La biodiversidad en Coahuila:

Acciones para conocerla, conservarla

Y usarla sustentablemente

El lector encontrará información de contexto sobre el medio físico (sección I) y el medio socioeconómico (sección II), en donde los autores relacionan estas temáticas con la biodiversidad de la entidad. También podrá encontrar cuál es el marco jurídico e institucional (sección III) bajo el cual se tutelan los recursos biológicos en el estado, así como los instrumentos y políticas públicas vigentes para la gestión, protección y conservación de la biodiversidad (sección IV) en Coahuila.

La sección V refiere ejemplos sobre los usos tradicionales (recursos forestales no maderables) y convencionales (sistemas agrícolas) de la biodiversidad, mientras que la sección VI identifica nuevas oportunidades de conservación y uso sustentable de la misma. Finalmente, la sección VII identifica los principales factores de presión a la biodiversidad, que incluyen la perdida y degradación de los ecosistemas, especies exóticas invasoras, contaminación de cuerpos de agua, entre otros.

El segundo volumen integra el diagnóstico completo y actualizado del patrimonio biológico de la entidad.

Coahuila es un estado de matices que se reflejan en su gran diversidad de flora y fauna, así como en la presencia de diversos ecosistemas representativos del norte del país.

El clima predominante en el estado es seco y semiseco, seguido del muy seco.

Los suelos más abundantes en el estado están relacionados principalmente a los matorrales desérticos micrófilo y rosetófilo, mientras que los menos abundantes están ligados a otros tipos de flora, como lo es la vegetación de desiertos arenosos.

Los principales tipos de vegetación corresponden a matorrales desérticos: en las partes bajas, micrófilo; en las laderas, rosétófilo; y en las partes altas, submontano, además de diferentes tipos de bosques.

Sierras Transversales. Se ubica al sur del estado. Comprende parte de los municipios de Saltillo, Parras de la Fuente, Viesca, Matamoros, San Pedro de las Colonias, Torreón y General Cepeda. Delimita al norte con la subprovincia Pliegues Saltillo-Parras, al sur con Zacatecas, al oeste con Durango y al este con Nuevo León. Está representada, principalmente, por franjas de terreno suavemente inclinado formadas en las bases de las cadenas montañosas, sierras por rocas de origen diversos y llanuras con material fragmentario no consolidado, transportado y depositado por corrientes de agua 8inegi 2011a).

Del Bolsón de Mapimí. Se ubica en dos porciones al oeste del estado, en los municipios de Sierra Mojada, Ocampo, Torreón, Francisco I. Madero, San Pedro de las Colonias, Matamoros y Viesca. Delimita al norte con la subprovincia Llanuras y sierras Volcánicas, al sur con la provincia Sierra Madre Oriental y al oeste con Durango. Está representada por un conjunto de Llanuras aluviales y campos de dunas típicos, es decir, terrenos con montículos de arena acumulada por el viento (INEGI 2011a).

Laguna de Mayrán.  Se ubica al centro oeste del estado. Comprende parte de los municipios de Francisco I. Madero, San Pedro de las Colonias, Matamoros, Viesca, Parras de la Fuente, General Cepeda y Ramos Arizpe. Se encuentra rodeada por la provincia Sierra Madre Oriental y al oeste colinda con la subprovincia del Bolsón de Mapimí. Está representad, principalmente, por terrenos sin elevaciones en superficies con escasa lluvia y poca vegetación (INEGI 2011a).

Esta variabilidad climática permite la existencia de una gran riqueza biológica en el estado.

Para la subprovincia Del Bolsón de Mapimí, además de las características generales del clima BWhw, que corresponde al muy árido semicálido, es muy extremoso en áreas aledañas a Torreón, Viesca y Matamoros, donde hay presencia de canícula (INEGI 2000).

Para la subprovincia Laguna de Mayrán, en los municipios de San Pedro de las Colonias y Parras de la Fuente, se presenta el clima muy árido semicálido, con lluvias de verano, muy extremos y con canícula, mientras que para Viesca y Ramos Arizpe las lluvias son escasas todo el año, con mayor abundancia en verano, y es muy extremoso (INEGI 2011a).

En la sierra del Número, municipio de Viesca (subprovincias Sierras Transversales y Laguna de Mayrán), se localizan tobas riolíticas que también datan del periodo Terciario 8CRM 1993).

Cabe destacar la existencia de un graben, bloque hundido, que se localiza en la región Laguna, al suroeste del estado, que es el área de mayor hundimiento en la entidad.

Minerales cloruro y sulfato de sodio, localizado en La Salina Municipio de Viesca.

La escasa presencia de cuerpos de agua permanentes y de importancia en el territorio estatal.

La geología también tiene influencia en la distribución de los distintos tipos de vegetación, pues según la altitud y el suelo, que a su vez tienen un origen geológico, en las partes altas de algunas sierras se desarrollan bosques de coníferas y en las laderas matorrales submontanos, mientras que en los valles y llanuras prosperan diversos pastizales, vegetación halófila y matorrales desértico micrófilo y rosetófilo, propios del Desierto Chihuahuense.

Coahuila cuenta con pocas escorrentías que generen ríos o arroyos permanente. Esto se debe a los patrones climáticos y a los escasos manantiales que cuentan con un gasto suficiente para mantener un caudal perenne. Sin embargo, en todo el territorio hay una gran cantidad de arroyos que de manera intermitente conducen los escurrimientos de la parte alta a la parte baja de las diferentes cuencas que conforman el estado (SEMARNAT 2013).

Coahuila comparte con las entidades vecinas cuatro regiones Hidrológicas: Mapimí, el Salado y Nazas-Aguanaval, que son endorreicas, y que de esta última Coahuila forma parte de la cuenca receptora.

Región Hidrológica Nazas Aguanaval (RH36)

Esta región se ubica en el suroeste de Coahuila, drena en las subprovincias Del Bolsón de Mapimí, Laguna de Mayrán y Sierras Transversales, e incluye tres cuencas y cinco subcuencas. Es una zona predominantemente desértica; todos los sistemas pluviales se depositan en lagunas intermitentes que ocasionalmente presentan delgadas láminas de agua.

El afluente más importante de la región es el río Nazas, en la cuenca río Nazas-torreón, subcuenca río Nazas-Santa Rosa, que llega a desembocar muy eventualmente a la laguna de Mayrán, en la cuenca y subcuenca del mismo nombre.

En la cuenca río Aguanaval, subcuenca río Aguanaval-Nazareno, se localiza el segundo afluente en importancia: el río Aguanaval que, a causa de la construcción de presas en la parte alta de la cuenca, ya sólo fluye esporádicamente y desemboca en el municipio de Viesca, donde aportaba agua a la extinta laguna de este nombre.

El acuífero Principal-Región Lagunera se distribuye en partes de las subprovincias Del Bolsón de Mapimí, Sierra de la Paila, Laguna de Mayrán y Sierras Transversales. Su zona de recarga eran los ríos Nazas y Aguanaval, en su parte interna, y pasó a ser recargada desde la parte alta de las sierras de Durango.

La zona de descarga del Principal-Región Lagunera se caracterizó por la existencia de grandes manantiales con gastos abundantes que llegaban a superar los 100 l/s.  Estos gastos dejaron de observarse al desaparecer los manantiales.

Para el año 2015 el acuífero mostró niveles estáticos que alcanzaron los 170 m de profundidad.

Para su localización geográfica, Coahuila es el tercer estado de la república donde menos llueve, con 325 mm de precipitación media anual (CEAS 2005).

Ello se refleja en los escasos cuerpos de agua naturales que se distribuyen en la entidad, la mayoría de régimen temporal, lo cual influye en la recarga de las fuentes subterráneas.

Como resultado del incremento del área urbana, en las tres microcuencas se afecta de manera irreversible a la biodiversidad, al eliminar la vegetación natural, alterar el hábitat de la fauna silvestre, modificar los flujos de agua y evitar su infiltración debido a la construcción de placas de concreto para pavimentación de las calles y la conducción del agua en canales.

En los municipios de Parras de la Fuente, Torreón, Viesca y Saltillo, se encuentran asociados a sierras complejas con bajadas (INEGI 2011b).

Xerosoles

Son suelos que tienen, por lo general, una capa superficial de color claro, por el poco contenido de materia orgánica.

En los municipios de Parras de la Fuente, Saltillo, Viesca y Torreón, ya se asocian especialmente a llanuras aluviales y bajadas típicas (INEGI 2011b).

Yermosoles

Son suelos localizados en zonas muy áridas. En ocasiones presentan capas de cal, yeso y sales en la superficie o en alguna parte del subsuelo; la capa superficial es aún más pobre en humus y generalmente más clara que los Xerosoles. Su uso agrícola está condicionado con la disponibilidad del agua, aunque también se puede dar aprovechamiento de especies no maderables (INEGI 2004).

El bosque de mezquite —que en los últimos años entró en la categoría de bosque, con árboles de Prosopis—  es muy importante por el papel que representa en los ecosistemas de las zonas áridas, debido a que tiene múltiples usos. Su madera es utilizada como combustible y para la construcción de cercas, sus vainas como forraje y como alimento para el ser humano; también produce resina que tiene uso en la fabricación de pegamentos y barnices, mientras que sus flores son importantes en la producción de miel (Rodríguez et al. 2014).

La geografía serrana del municipio de Arteaga presenta una serie de cordones montañosos paralelos que protegen los estrechos valles con suelos profundos de aluvión y forman un paisaje con distintas altitudes, climas, vida vegetal y animal; no tiene corrientes de aguas superficiales, salvo los arroyos cuando llueve y los manantiales donde aflora el agua subterránea; los veranos son cálidos, con mayor precipitación y posibles granizadas; los inviernos son fríos, con heladas y algunas nevadas; además, en la parte norte y noreste del municipio, se presenta un gran llano con lomeríos, suelos someros donde afloran rocas calcáreas y con menor precipitación (INEGI 1988).

(Hedeoma drummondii; Encina-Dominguez 2017), hojasén (Flourensia cernua), Yerbaniz (Tagetes Lucida) para las infusiones, y el orégano (Polimintha longiflora) que se corta entre los meses de julio a septiembre para su venta en Saltillo (Pérez 1995 y Álvarez 2008).

Relata que encontró “grandes manadas de yeguas cimarronas mostrencas sin dueño que se han criado y multiplicado de algunas mansas que se han huido de las estancias comarcanas.

Una visión a corto plazo, que parte de la propia existencia fugaz, no permite ser consciente del deterioro que propiciaban los referidos factores a su hábitat. Esto sin duda ha abierto caminos amplios a proceso irreversibles de los ecosistemas que se agravan con procesos de desertificación.

Según Lerma et al. (2004), el aprovechamiento del mezquite en algunas comunidades del valle se ha efectuado sin control, lo que ha propiciado que ciertos ejidos prácticamente ya no dispongan de este recurso.

Existen diversos documentos que México ha signado, donde manifiesta su compromiso por conservar la biodiversidad, como el convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB 1992 SER 1993), el protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología (SCDB 2000) y la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES 2015, cuadro 1).

En el caso de los decretos se destaca el que declara como área natural protegida el Área de Protección de Flora y Fauna de Cuatrocienegas, que tiene una superficie de más de 84 mil hectáreas (SEDESOL 1994).

La SEMA cuenta con un órgano desconcentrado denominado Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de Coahuila de Zaragoza, creada en el 2009, la cual —de manera general— asume las funciones de inspección, vigilancia y aplicación de sanciones en materia ambiental en el orden estatal (Congreso del Estado 2009).

Lo anterior permite tener claro el panorama sobre la situación a la cual se hace frente en Coahuila para dar atención a las necesidades de conservación y protección de la biodiversidad presente en la entidad, y muestra, a la vez, las posibilidades para mejorar tanto el funcionamiento de las instituciones como la normativa que debe estar en constante actualización y adecuación.

Esta facultad es útil al momento de decretar zonas de restauración y NP, por lo cual se aprecia una conexión entre los dos aspectos jurídicos de la biodiversidad: como título competencial y como objeto de protección.

El daño a la biodiversidad justifica que la autoridad promueva la limitación o suspensión de la instalación o funcionamiento de industrias, comercios, servicios, desarrollos urbanos, turísticos o cualquier actividad que afecte o pueda afectar el ambiente, los recursos naturales o causar desequilibrio ecológico o pérdida de la biodiversidad (art. 175, SEDUE 1988). Es también un criterio para la cancelación de autorizaciones forestales cuando estas actividades afecten la biodiversidad de la zona, así como la regeneración y capacidad productiva de los terrenos y, entonces, la autoridad competente revocará, modificará o suspenderá la autorización respectiva. (art. 100, SEDUE 1988).

Estos instrumentos para la protección del medio ambiente empiezan a consolidarse al final de la década de los sesenta y principio de la de los setenta, en virtud de que durante esta época se comenzaron a formar reglas generales y principios especiales mediante los cuales la protección del medio ambiente ha llegado a ser objeto de regulación plena por parte de las normas del derecho internacional público.

Es por ello que el objeto de este texto es hacer una descripción de las herramientas jurídicas vigentes que permitan la materialización de la protección del ambiente y, por ende, la biodiversidad, a través del orden gubernamental o poder competente de acuerdo al caso particular.

La reforma al artículo 4º constitucional en el año 2012 aprobada por la LXI Legislatura (Congreso de la Unión 1917) incorporó dos elementos de gran valor para la protección y conservación al ambiente: la garantía de respeto por parte del Estado de derecho de toda persona al medio ambiente sano, y la responsabilidad para quien provoque deterioro en él.

La tesis aislada titulada “Medio ambiente. Al ser un derecho fundamental está protegido en el ámbito internacional, nacional y estatal, por lo que las autoridades deben sancionar cualquier infracción, conducta u omisión en su contra” (SCJN 2012ª) sienta base para establecer que el medio ambiente es una conjugación de diversos valores y principios, como son la salud y la calidad del entorno para el desarrollo individual y colectivo, y que llevan al correcto ejercicio y desenvolvimiento de la vida, los cuales merecen toda la protección institucional.

La protección del medio ambiente y la biodiversidad que se promueve no es una limitante al desarrollo sustentable y económico, sino que constituye un marco para la generación de procesos y regulaciones que permitan un orden en la conjugación de elementos vivos y no vivos, que favorezca la conservación de las especies y garantice la preservación de las mismas.

En Coahuila existen dos zonas de salvaguarda actualmente: los sitios Ramsar Sabinas y Cuatro Ciénegas (SENER 2016).

La degradación ambiental viola los derechos humanos, ya que afecta el bienestar y la economía, porque disminuye la disposición, acceso y aprovechamiento equitativo del agua, contamina el aire y, en general, daña la salud, lo cual repercute o impide el disfrute del derecho a vivir (Carmona Lara 2010).

El caso del nogal pecanero (Carya Illinoinensis), que se decretó como el árbol representativo del estado (SEMA 2013), a fin de realizar acciones de protección, difusión y promoción de esta especie. Se considera también, entre otras especies más, el listado de peces presentes en diversos cuerpos de agua estatales, susceptibles de ser acogidos en un sistema técnico y legal de protección, por su sola presencia en regiones desérticas del país.

Las acciones que se emprendan para fortalecer el marco jurídico ambiental deberán garantizar los derechos humanos ambientes, lo cual requiere de un forzoso entendimiento y aceptación de que no se trata del esfuerzo unilateral de un solo sector, sino de la conjunción de los esfuerzos de sociedad, gobierno, iniciativa privada y sector educativo. Con la certeza de que los trabajos van encaminados a perseverar y proteger la biodiversidad coahuilense, se verá reflejada la garantía de protección a los derechos ambientales, lo cual a su vez impacta benéficamente en la salud, bienestar y desarrollo de las personas.

Cuatro Ciénegas es un valle ubicado al este de la región conocida como Altiplano Septentrional o Desierto Chihuahuense, en la provincia fisiográfica de Sierras y Llanuras coahuilenses. Está localizado entre los dos macizos montañosos más grandes de México, la Sierra Madre Oriental y la Sierra Madre Occidental, lo que ocasiona que la humedad que viene tanto del golfo de México como del océano Pacífico sea bloqueada por ambas sierras, fenómeno que dio origen al desarrollo de este desierto que cuenta con una precipitación anual de menos de 200 mm.

En el Área de Protección de Flora y Fauna (APFF) Cuatro Ciénegas existen 1,247 especies animales y plantas, de las cuales 16 están en peligro de extinción, 39 amenazadas, 34 bajo protección especial (Souza et al. 2006, Lobo 2009) y más de 80 son endémicas.

Los manantiales de Cuatro Ciénegas son pobres en fósforo y nitrógeno, lo que no permite el desarrollo de algas, y ello ha contribuido a mantener intacto un ecosistema primitivo, donde la base de la pirámide alimentaria parece estar formada por estromatolitos vivos, responsable del inicio de la acumulación de oxígeno en el planeta.

Los estromatolitos son estructuras formadas por depósitos de carbonatos construidos por cianobacterias filamentosas —lo cual le confiere al gua su color característico—, en asociación con comunidades de bacterias y arqueas que son poco comunes en el mundo y cuya existencia se calcula en 3 millones de años. Estas comunidades son uy sensibles a los cambios en los niveles de agua, pues los organismos mueren al quedar expuestos a la superficie.

Todas las particularidades del APFF Cuatro Ciénegas acentúan su importancia como un lugar único desde el punto de vista físico y biológico, y pone de manifiesto la necesidad de profundizar en la investigación del mismo. Es así que, por más de 30 años, se ha trabajado a través de diferentes instancias, como foros académicos y reuniones nacionales e internacionales, para concientizar a la comunidad sobre el valor y fragilidad del valle.

Posteriormente, en 1996, el área natural ingresó a la lista de humedales de importancia internacional, y fue reconocido como el sitio Ramsar 734 (Ramsar Convention 2016), lo cual significa que es uno de los humedales de mayor trascendencia en el mundo y el más importante dentro del Desierto Chihuahuense, ya que alberga un gran número de cuerpos de agua, entre los que se encuentran ríos, lagunas, Ciénegas y manantiales. Los humedales son importantes no sólo por proveer abundante agua y brindar un sin número de servicios, sino además por ser un ecosistema primordial para la recarga de acuíferos.

Además de dragado de los cuerpos de agua provocó una desecación paulatina de los humedales, lo que quedó de manifiesto cuando se secaron, a principios de los ochenta, el manantial del río Cañón; en los noventa en manantial de San Marcos; y en el 2009, la laguna de Churince, lo que se asocia a la apertura de pozos para producción de forraje en el valle del Hundido.

En consecuencia, la reducción de poblaciones de flora y fauna, por ejemplo, la tortuga de bisagra (Terrapene coahuila), especie endémica y amenazada, que contaba con aproximadamente 10 mil individuos en 1960, y se redujo a 2,500 individuos en 2002 (Howeth et al. 2008, Salas-Wesphal et al. 2011).

La pérdida de humedales también trajo consigo la disminución del hábitat, causa principal para la extinción de especies de fauna dependientes del humedal, pues se interrumpió el equilibrio y funcionalidad del sistema ambiental y, en consecuencia, la continuidad de procesos ecológicos, especialmente los hidrológicos y aquellos que favorecen la presencia de hábitat disponible para especies de flora y fauna silvestre.

Es preciso señalar que, para producir 1 Kg de forraje de alfalfa, son necesarios alrededor de 1,500 L de agua, de acuerdo a la técnica de riego utilizada, mientras que una vaca lechera de la raza Holstein requiere en promedio 14 Kg de forraje seco al día, lo que implica una fuerte demanda de agua.

El valle del Cuatro Ciénegas es el humedal de Coahuila con mayor número de endemismos. Los esfuerzos por conservarlo, así como a todas las plantas y animales que viven en él, van en aumento, gracias a las sinergias de colaboración entre diversos sectores de la sociedad.

Coahuila es el tercer estado con mayor territorio (150,656 Km2) y abarca 7.88% de la superficie total del país. Sin embargo, su vasta extensión representa un reto para garantizar la conservación de sus regiones y ecosistemas, así como de sus sitios prioritarios por los altos niveles de endemismos.

Enclavado en el Desierto Chihuahuense —uno de los desiertos con mayor riqueza biológica en el planeta—, la Sierra Madre Oriental y la Provincia Tamaulipeca, es el segundo estado con mayor riqueza de cactáceas (Guzmán et al. 2003) y con la más alta diversidad de especies de peces asociados a regiones desérticas, la mayoría de ellos endémicos o nativos (SEMA 2013). Además, es una de las entidades con mayor superficie conservada bajo el esquema de áreas naturales protegidas (ANP), la cual asciende a 16.4%.

Se identifica así el corredor que cubre serranías del estado en su parte meridional, del extremo este al extremo oeste, como la sierra de Parras —con 69 endemismos de plantas (Bartolomé 2015)—. Este corredor tiene una extensión de más de 220 Km y presenta vegetación de matorral desértico resetófilo, pastizal natural y bosque de pino. Se sugiere dar prioridad a decretar áreas que promueven la conectividad entre la ANP ya existentes dentro de este corredor: Villa de Bilbao, Tomás Garrido, Cañón del Órgano, Bosque Urbano Ejercito Mexicano y la REM Sierra y Cañón de Jimulco.

Los intentos por detener el avance de la degradación y pérdida de los ecosistemas forestales por presiones humanas, han impulsado nuevas estrategias de conservación de la biodiversidad, entre las que sobresale el pago por servicios ambientales (PSA), entendido como un instrumento económico que adjudica un valor financiero a los beneficios obtenidos de los ecosistemas, a la vez que se promociona su mantenimiento. (Hernández et al. 2010).

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda entre 9 y 11 m2 de área verde por habitante, aunque es importante señalar que su distribución en las ciudades es irregular.

También se considera importante hacer una revisión de la Ley de Turismo del estado, con el fin de completar todas las herramientas jurídicas que permitan ordenar las actividades en donde los turistas están en contacto directo con los recursos naturales.

Asimismo, se presta atención al aprovechamiento cinegético del venado cola blanca (Odocoileus virginianus).

Las especies maderables en Coahuila corresponden principalmente a mezquites y coníferas. Los mezquites (Prosopis ssp.) son los más aprovechables, principalmente utilizados como leña, carbón, postes para cercas, además de duela, madera aserrada, arqué, mangos de herramientas, hormas para zapatos y artesanías (Berlanga Reyes et al. 2005, Zárate-Valdez 2011).

Aun así, la producción de leña y carbón corresponde principalmente a las especies como el mezquite (P. glandulosa), el huizache (Acacia farnesiana) y el chaparro prieto (Acacia rigidula), que están sujetas a mayor presión, por lo que se requiere que sean consideradas como prioridad en el desarrollo de protocolos que integre tecnologías en el manejo forestal sustentable (Berlanga-Reyes et al. 2005).

Otras especies que se utilizan como combustible son la gobernadora (Larrea tridentata), el hojasén (Fluorensia cernua), la palma (Yucca ssp.), la cuervilla (Ziziphus obtusifolia) y la lila (Melis azedarach); en menor proporción, el granjeno (Celtis pallida), el huizachillo (Acacia consticta), el correoso (Rhus microphylla), el coyonoxtle (Cylindropuntia imbricata), la albarda (Fouquieria splendens) y la lechuguilla (Agave lechuguilla).

Más de la mitad del territorio mexicano corresponde a tierras secas, y es ahí en donde reside 46% de la población (SEMARNAT 2008); en estos ambientes se distribuyen formaciones vegetales de matorrales de zonas áridas y semiáridas conocidas como matorral xerófilo (Rzedowski 1981). En Coahuila, este tipo de vegetación representa un elemento muy común del paisaje y es el recurso más abundante y utilizado por la población rural.

Entre los principales recursos no maderables aprovechados en estas zonas del estado se encuentran la candelilla (Euphorbia antisyphilitica), lechuguilla (Agave lechuguilla), orégano (Lippia ssp.). nopal, (Opuntia spp.), cortadillo (Nolina spp.), numerosas cactáceas (Sstrophytum spp., Epithelantha spp., Echinocactus spp., Ferocactus spp., Mammillaria spp., Lophophora spp.), magueyes (Agave spp.), piñón (Pinus cembroides), gobernadora (Larrea tridentata), palma samandoca (Yucca carnerosana), sotol (Dasilyrion spp.), damiana (Turnera diffusa) y mezquite (Prosopis spp.).

El uso que por tradición los habitantes les han dado a los recursos forestales no maderables ha sido estrictamente con fines económicos, como complemento a las actividades principales que son la agricultura y la ganadería. También se les ha dado uso ritual o cultural; medicinal, como una forma para aliviar diversos malestares, así como artesanal, para hacerse de implementos para las labores cotidianas en el hogar o para la venta de los mismos en las ciudades cercanas a las zonas rurales.

El uso de plantas con fines medicinales para aliviar algún malestar tiene su origen en tiempos pasados, y para los pobladores representaba el único medio para atender las molestias. De esta forma el conocimiento general de las propiedades de las plantas y su uso se transmitió de padres a hijos, aunque en algunos casos este conocimiento estaba restringido a ciertas personas.

Mezquite

Es una planta arbórea o arbustiva distribuida en las regiones áridas y semiáridas del norte de México. Presenta resistencia a la sequía, al desarrollarse en áreas de lluvia escasa. Se distribuye principalmente en los bosques de mezquite de las regiones Centro y Norte del estado (INEGI 2013).

Coahuila tiene un territorio de 15,065,600 ha en el que predominan el clima, la vegetación y la biodiversidad propios del semidesierto, por lo que las condiciones ambientales son limitantes para el desarrollo de la agricultura y la ganadería; no obstante, el sistema agropecuario en la entidad ha sido tradicionalmente esencial para el progreso de sus pueblos y ciudades (Guzmán-Aranda et al. 2011).

Ha sido necesaria la participación ciudadana en la gestión de estos espacios protegidos. Tal es el caso de la Reserva Ecológica Municipal Sierra y Cañón de Jimulco, declarada en 2003 y ubicada en el municipio de Torreón con una superficie de 60,458 ha (Ayuntamiento de Torreón 2003).

Actores urbanos que convergen en torno a dos objetivos puntuales:

Conservar la biodiversidad del área y promover el desarrollo local sostenible de sus pobladores.

Un alto porcentaje de la población desconoce la situación en la que se encuentra la herpetofauna del país. Esto es lamentable, ya que México cuenta con 705 especies, lo que le otorga el segundo lugar mundial en riqueza de reptiles. Coahuila, en este sentido, es uno de los estados más ricos en biodiversidad y endemismos (Lemos- Espinal 2008; véase Reptiles, en esta misma obra).

La biodiversidad constituye un bien común. Su protección y conservación no es asunto exclusivo de los gobiernos, también debe involucrar a la sociedad. En la gestión de ANP, la participación ciudadana debe formar parte de la estrategia de protección y conservación de la riqueza ecosistémica y su diversidad biológica.

La conexión hidráulica que existe entre el valle de Cuatro Ciénegas y sus similares vecinos de La Calavera y El Hundido ha agravado el problema, al intensificarse la extracción de agua subterránea por empresarios agroganaderos que modificaron el uso del suelo en ambos valles, otrora destinados al pastoreo de ganado o extracción de plantas nativas para la producción de alfalfa.

la Biodiversidad en

Coahuila

Estudio de Estado Vol. II

Uno de nuestros grandes temas de nuestra época es el medio ambiente. Los cambios cada día más notorios del paisaje, la pérdida de especies, el agotamiento de las fuentes de agua, la contaminación y sus efectos negativos, han puesto en la agenda de los gobiernos locales las propuestas encaminadas a la protección del entorno y la conservación de los recursos de los cuales dependemos.

Dimensionar la amplia diversidad, tanto de flora como de fauna silvestre de nuestro territorio, es el primer gran paso para lograrlo.

Esta obra editada en dos volúmenes es un esfuerzo científico dedicado a cumplir con tal propósito. Integrar los estudios, las investigaciones y los análisis de 157 prestigiados especialistas.

En el largo devenir de la vida en el planeta, la única constante es la transformación de los ecosistemas. En nuestros tiempos somos el tercer estado más grande de la república mexicana. En 151 595 Km2 de superficie, un territorio que hace millones de años estaba sumergido en mares, tenemos majestuosas montañas en el sureste, vastas zonas de desierto y maravillas naturales como las pozas de Cuatro Ciénegas —donde habitan especies endémicas— en el centro, y sierras extraordinarias —como Maderas del Carmen— en la frontera norte.

Un producto editorial de la dimensión como el que hoy entregamos a la comunidad no hubiera sido posible sin el acompañamiento de la Comisión Nacional para el conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), en especial, de su coordinador nacional, el doctor José Sarukhán Kermez, quien una vez más nos demuestra su firme apoyo y colaboración con Coahuila para orientar acciones de gran impacto a favor del bienestar de la población.

El libro La biodiversidad en Coahuila. Estudio de Estado, representa el primer diagnóstico integral sobre el patrimonio natural de la entidad y es sin duda, un avance significativo para la difusión del conocimiento sobre éste y su importancia.

Este estudio de Estado es una puesta al día del grado de conocimiento y estado de conservación de la biodiversidad en Coahuila. Provee una línea base para conocer los procesos de cambio y modificación de los ecosistemas de la entidad y establecer las acciones pertinentes para asegurar su conservación y uso sustentable en el largo plazo.

Clasificación taxonómica de dos especies que se distribuyen en Coahuila. El agave victoria o maguey noa (Agave victoriae-reginae) es una cactácea endémica de México a la que se la han dedicado muchos esfuerzos de conservación, por estar catalogada en peligro de extinción en la NOM-059-SEMARNAT-2010. La lajilla (Uma exsul) es endémica a México y a Coahuila, se considera en peligro de extinción en la NOM-059 y en la UICN. Fotos: Francisco Valdés Reyna (agave) y Archivo fotográfico SMADU (lagartija).

La biodiversidad es definida como toda la variedad de plantas, animales, hongos, protozoarios y bacterias, así como los diversos ecosistemas donde dichas especies habitan e interactúan y la variabilidad genética que éstas poseen (CDB 1992).

QUIEN CONOCE LAS VASTAS Y DESÉRTICAS LLANURAS DE Coahuila y las numerosas sierras que lo cruzan en distintas direcciones, difícilmente imagina que hace 286 millones de años (m.a.), en algunas épocas alternaron, y en otras coexistieron, ambientes continentales y marinos.

En el Cretácio, hace 72 m.a., el territorio estaba surcado por numerosos ríos que desembocaban en una costa, donde se mezclaban el agua dulce de los ríos y el agua salada de un mar poco profundo; el clima era cálido-húmedo y la vegetación de tipo arbustiva, exuberante y diversa.

Numerosos grupos de organismos fósiles se han descubierto en el estado y, sin duda, los más conocidos son los dinosaurios; por ello Coahuila es conocido como “tierra de dinosaurios”. Para el 2017 se han descrito 13 géneros en la entidad, de los cuales cuatro son registros únicos en el mundo, como por ejemplo los restos de un juvenil Velafrons coahuilensis que llegó a medir 6 m de largo, y el Coahuilaceratops magnacuerna que media alrededor de 6 m y pesaba 14 toneladas.

Quienes trabajan y forman parte de la comunidad paleontológica del país consideran que, dentro de la legislación pendiente de realizarse, se debe incluir claramente que los fósiles están conformados por los restos, pistas, moldes y demás evidencias que se preservó por distintos procesos geológicos y remite a seres vivos y sus ecosistemas.

Al añadir este concepto, es vital incluir que el estudio y comprensión de estas evidencias compete principalmente a biólogos, geólogos y paleontólogos. Los fósiles no deben ser categorizados, clasificados y tratados como bienes culturales.

Debido a este vacío legislativo. Las decisiones fundamentales sobre el estudio y la conservación de importantes yacimientos con fósiles se han dejado en manos de arqueólogos, con poca experiencia en estas muestras (García-Barcena et al. 1995).

Los fósiles que frecuentemente aparecen en las numerosas canteras ubicadas en el norte de Coahuila y Nuevo León, son exportados y comercializados en los Estados Unidos, como lajas para fachadas y pisos en la construcción de casas, y sin aplicar normatividad alguna. Estas lajas contienen verdaderas joyas paleontológicas.

Sin embargo, un geólogo o paleontólogo que visite estas canteras para efectuar un muestreo de rocas, requiere de un permiso explicito por parte del INAH, para no incurrir en un delito. De esta manera se sanciona y limita el estudio científico que realizan universidades y museos, por parte de la institución normativa que debiera apoyar la investigación y la preservación de los fósiles, al menos de los más emblemáticos y de mayor importancia científica.

Los estromatolitos son formaciones rocosas generadas por colonias de cianobacterias o algas verde-azules, que, al pegarse con granos de sedimento entre sus hileras de células, han dado origen a las superficies elevadas con estructuras horizontales laminares que los caracterizan. Hay muchos ejemplos de fósiles de estromatolitos en todos los periodos geológicos.

A finales del periodo Cretácico el mar se retiró gradualmente de la región. Es difícil imaginar que en los paisajes desérticos y aparentemente estériles que prevalecen hoy en día entre las ciudades de Saltillo y Monclova, hace 70 m.a. se extendió un inmenso delta fluvial.

Al norte de Monclova, en la región de Palaú, municipio de Sabinas —dentro de la subprovincia Llanuras de Coahuila y Nuevo León—, estas amplias selvas dieron origen al carbón (McBride et al. 1975, stinnesbeck y Frey 2014).

A lo largo de la historia de la vida en la Tierra, los dinosaurios se encuentran entre los animales más exitosos que han existido. Dominaron el planeta durante 160 millones de años (m.a.), es decir, durante toda la era Mesozoica. Se originaron en el período Triásico —el cual inició hace 225 m.a.- y tuvieron su edad de oro durante el jurásico, hasta llegar al Cretácico —que finalizó hace 65 m.a.-, periodo en el cual se extinguieron.

El primer hallazgo de dinosaurios en Coahuila fue también el primero en México, lo realizó el geólogo alemán Erik Haarmann en 1910.

En lo que corresponde al norte de Coahuila, en 1969, en Palaú —municipio de Múzquiz—, se encontró un creatópsido no identificado (Silvia-Bárcenas 1969).

En Coahuila la paleontología se ha desarrollado de manera muy rápida, y se han descubierto varias especies en los últimos años, lo que ha posicionado al estado como el primero en tener la mayor diversidad de géneros encontrados en México, por lo que fue declarado como “tierra de dinosaurios”.

Desde la fundación del Museo del Desierto en 1999, se exhiben dos huellas humanas bien preservadas en una roca calcárea de travertino, con un origen enigmático. Aparentemente estos rastros de humanos antiguos se recuperaron en el valle de Cuatro Ciénegas en 1961, cuando se construía la carretera a San Pedro de las Colonias. Sin embargo, no se conocía formalmente el origen de esta evidencia. Después de una búsqueda de más de 10 años para encontrar la procedencia de estos materiales, en el verano de 2006 se descubrió en el valle de Cuatro Ciénegas una nueva pista de huellas humanas.

La mayor parte del territorio de Coahuila se localiza en el Desierto Chihuahuense. El matorral es la formación vegetal más abundante y corresponde a 82% del territorio. El resto de la superficie está cubierta por zacatales, bosques de pino y encino, y vegetación asociada a cuerpos de agua —comunidad que sólo representa 2.2% del territorio—, que, aunque tiene una distribución más restringida, albergan hasta 34 % de especies endémicas.

En esta sección se describen los seis tipos de vegetación que se distribuyen en la entidad: matorral desértico chihuahuense, matorral submontano, matorral tamaulipeco, bosques de montaña, zacatal y vegetación ribereña, acuática y subacuática.

En los estudios de caso que se presentan a lo largo de la sección es posible reconocer las comunidades vegetales o especies que son importantes en la entidad, ya sea por las asociaciones con otras especies o porque se enfrentan a un sinnúmero de amenazas que ponen en riesgo su permanencia en las regiones de Coahuila.

Dos ejemplos a resaltar son: el matorral de sotol (Dasylirion cedrosanum) del centro-sur del estado, que forma asociaciones con hasta 97 especies y representa uno de los productos forestales no maderables más importantes de las zonas rurales.

Las diferencias climáticas, edáficas y topográficas de Coahuila determinan variadas comunidades vegetales. La mayor parte del territorio del estado se localiza dentro de ecorregión del Desierto Chihuahuense, donde el matorral xerófilo es la formación vegetal más frecuente (Rzedowski 1978). De todo el territorio, 80.6% está cubierto por matorral xerófilo (Anónimo 1983) y el resto de su superficie por zacatales, bosques de pino y de encino.

La comunidad vegetal más frecuente es el matorral tamaulipeco (Muller 1947). Se presenta en sitios con clima seco cálido a semicálido y altitudes entre 240 a 850 msnm, las especies dominantes son arbustivas con espinas laterales o sin espinas (inermes). El estado herbáceo es abundante, a diferencia de la provincia de la altiplanicie, en donde es efímero y escaso (Villarreal y Valdés 1992-1993).

El clima es muy seco, desértico, y la lluvia es escasa tanto en el verano como en invierno (la precipitación media anual es 150 a 350 mm de agua).

Matorral desértico rosetófilo

Esta comunidad vegetal cubre aproximadamente 33.6% del estado

Se presenta en altitudes que varían de los 1 000 a 2 500 msnm, sobre lomeríos y ladera de montañas donde incide una mayor radiación solar o en las áreas más expuestas de los cañones. Se presenta en sitios con suelo someros, pedregosos y con buenas condiciones de drenaje.

Las formas de vida dominantes son arbustos bajos con hojas agrupadas en forma de roseta, espinosas y perennifolios (figura 2 a 5). Las especies más representativas son: lechuguilla (agave lechuguilla), maguey cenizo (A. scabra), espadín (A. striata), guapilla china (Hechtia texensis) y sotol (Dasylirion cedrosanum).

A menudo esta comunidad presenta una riqueza alta de cactáceas; las más frecuentes son: nopal cegador (Opuntia microdasys), biznaga burra (Echinocactus platyacanthus), biznaga colorada (Ferocactus pilosus), alicoche (Echinocereus stramineus), huevo de toro (E. pectinatus) y biznaga arcoíris (Thelocactus bicolor). Las herbáceas más comunes son Bahia absinthifolia, Tiquilia canescens, T. greggii, Castilleja lanata, Nothoaena sinuata y especies de gramíneas como Bouteloua ramosa y Erioneuron avenaceum.

Matorral desértico micrófilo

Se presenta entre los 600 y 1 500 msnm, en valles y lomeríos con suelos profundos y poca pedregosidad.

El componente principal lo construyen la gobernadora (Larrea tridentata), hojasén (Flouresia cernua) y mariola (parthenium incanum), asociados concolindrillo (Lycium berlandieri), nopal rastrero (Opuntia rastrera), coyonoxtle (Cylindropuntia imbricata), corona de cristo (Koeberlinia spinosa) y ocotillo o albarda (Fouquieria splendens). En algunos casos se presentan individuos arborescentes de la palma china (Yucca filifera) y el mezquite (Prosopis glandulosa).

En los abanicos aluviales y suelos con pedregosidad es frecuenta que se mezclen las comunidades de matorral desértico rosetófilo y matorral desértico micrófilo.

Las especies más frecuentes son:  palma china (Y. filifera) y palma samandoca (Y. carnerosana), hojasén (Flouresia cernua), coyonoxtle (Cylindropuntia imbricata), nopal rastrero (Opuntia rastrera), lechuguilla (A. Lechuguilla), sotol (Dasylirion cedrosanum), escaerilla (Viguiera stenoloba) y mariola (P. incanum); las herbáceas más comunes son: zxacate navajita (Bouteloua gracilis), P. gnaphalodes y Zaluzania triloba.

Matorral halófilo y gipsófilo

Estas comunidades se presentan en el centro y sur de la entidad, entre los 1 000 y 2 000 msnm de altitud; ocupan 4.3% de la superficie estatal.

Matorral submontano

Este tipo de vegetación ocupa 8.6% de la entidad (cuadro 2; figura 1) y se extiende en las subprovincias Del Bolsón de Mapimí.

Se caracteriza por la dominancia de arbustos y árboles de 1 a 3 m de alto, la mayoría inermes (sin espinas), esclerófilos (hojas duras adaptadas a condiciones de sequía) y caducifolios (que tiran sus hojas en alguna época del año). La composición del matorral depende de las condiciones climáticas prevaleciente; en las montañas de la Altiplanicie predominan las bajas temperaturas.

En las laderas altas de las serranías próximas a la subprovincia Llanuras de Coahuila y Nuevo León, donde el clima es más cálido, se presenta un matorral alto (figura 15) en el que dominan chaparro prieto (Acacia rigidula), guajillo (Acacia berlandieri), chapote (Diospyros texana), tenaza (Havardia pallens), ocotillo (Gochnatia hypoteuca), barreta (Helietta parvifolia), Amyris madrensis, Fraxinus greggi, colima (Zanthoxylum fagara) y orégano (Lippia graveolens).

Matorral tamaulipeco

Su fisonomía se integra por extensos matorrales de menos de 2 m de altura, compuestos por una mezcla de arbustos micrófilos, espinosos e inermes (figura 17 y 18); son frecuentes las pequeñas comunidades de árboles bajos que se concentran en los sitios más húmedos. Las asociaciones más representativas son las de caparro prieto-cenizo (Acacia rigidula-Leucophyllum frutescens) y mezquite-nopal forrajero (Prosopis glandulosa-Opuntia engelmannii), con otras especies como el orégano silvestre (L. graveolens), Agave lechuguilla y flourensia cernua en las regiones de la porción sur y oeste; y colubrina texensis en las regiones del norte.

En Coahuila se presentan seis tipos de vegetación (cuadros 1 y 2). El matorral desértico chihuahuense, que incluye comunidades como el matorral rosetófilo y micrófilo, es la vegetación más representativa del estado encuanto a su extensión, además presenta la mayor cantidad de endemismos de plantas y una elevada riqueza de especies de las familias Cactacea y Agavaceae. Las comunidades boscosas de pino, encino y oyamel, propias de los sistemas montañosos del estado, ocupan tan solo 3% de su superficie, no obstante, en ellas se alberga 34% de las especies endémicas.

Los matorrales de sotol (Dasylirion cedrosanum) del centro-sur del estado

Juan Antonio Encina Domínguez y Jorge Arturo Meave4 del Castillo

El matorral desértico chihuahuense es la vegetación más abundante en Coahuila. Está constituido por comunidades vegetales que se presentan en los sitios más secos del estado, así como en valle y lomeríos pedregosos. Las especies más comunes son: lechuguilla (A. Lechuguilla), gobernadora (Larrea tridentata), nopal (Opuntia spp.).

En este tipo de vegetación se incluye el matorral rosetófilo de sotol (Dasylirion spp.; figura 1), una comunidad que cubre más de la cuarta parte del estado y que está conformada predominantemente por especies del género Dasylirion, lechuguilla (A. Lechuguilla), candelilla (Euphorbia antisyphilitica) y escalerilla plateada (Viguiera greggi) (Encina-Domínguez et al. 2013).

Matorral desértico micrófilo

Se trata de un matorral abierto con arbustos aislados con altura de hasta 1.5 m, la mayoría sin espinas (inermes) y algunos con hojas cubiertas de resina, como la gobernadora (Larrea tridentata) y el hojasén (Flouresia cernua); además crece nopal (Opuntia phaeacantha) y ocotillo (Fouquieria splendens; figura 3). Se localiza alrededor del valle, donde los suelos son arcillosos y profundos.

Amenazas

La sobreexplotación del agua para riego de cultivo agrícolas ha ocasionado la disminución del nivel de las pozas, lo que ha afectado directamente la riqueza y diversidad de especies de la vegetación acuática y subacuática. Además, la extracción de yeso en algunas áreas ha impactado al matorral gipsófilo, especialmente a las especies endémicas de estos sitios (véase cuadro 2 del capítulo Tipos de vegetación y comunidades vegetales, en esta misma obra)

En la mayor parte de la entidad el clima es extremoso, de tipo continental y seco, típico de los bolsones coahuilenses, con una precipitación escasa durante el año, veranos calurosos e inviernos fríos. El clima templado y subhúmedos se presenta en las porciones más altas de las sierras. El patrón edáfico es diverso y está determinado por las condiciones topográficas, geomórficas y climáticas de la zona (INEGI 1983).

El 65 % del territorio de Coahuila se ubica dentro de la ecorregión del Desierto Chihuahuense (Johnston 1977), lo que se refleja en la riqueza de plantas propias de las zonas áridas y semiáridas de México y condiciona, además, la presencia de endemismos; aunado a estos se presentan especies de afinidad boreal que convergen al estado a través de la Sierra Madre Oriental.

La riqueza florística de Coahuila ha sido señalada por varios autores, entre los que se encuentran: Pinkava (1984).

Coahuila es uno de los tres estados con mayor diversidad taxonómica de cactáceas silvestres de México. Se estima que existen cerca de 127 especies y siete infraespecies en el estado con una distribución heterogénea, ya que 57 de ellas están documentadas solo para una subprovincia fisiográfica (por ejemplo, Echinocereus mapimiensis en Laguna de Mayrán; figura 1); 32 habitan en dos subprovincias, como Mammillaria coahuilensis en Pliegues Saltillo-Parras y Sierras Transversales (figura 2); sólo tres especies se distribuyen en seis subprovincias y una sola especie en nueve (Echinocereus enneacanthus).

Es imprescindible continuar con los estudios sistemáticos

—florísticos, taxonómicos y filogenéticos— como base del conocimiento de la cactoflora de Coahuila.

La mayor parte del territorio coahuilense está incluida en el Desierto Chihuahuense y, de acuerdo con Henrickson y Johnston 81997), contribuye más que cualquier otro estado al número de especies endémicas para esta zona árida.

A pesar de que los ambientes acuáticos no son comunes en las porciones áridas del norte de México, tales zonas son de gran relevancia por su aislamiento y el grado de desconocimiento que se tiene de sus humedales, como sucede con Cuatro Ciénegas, en Coahuila.

Al considerar las condiciones de aridez en Coahuila, destaca su alta riqueza de plantas acuáticas. Es claro que la presencia de sistemas de humedales de Cuatro Ciénegas, así como de los ríos San Antonio, Sabinas, San Rodrigo, San Diego y Bravo representan sitios importantes para la existencia y distribución de la flora acuática en el estado.

El mayor interés en el estudio de insectos se ha enfocado hacia aquellos que han demostrado ser grandes competidores del humano por las pérdidas económicas ocasionadas por cultivos, ganado, viviendas, muebles y vestido, además de las pérdidas incalculables como posibles vectores de patógenos que ocasionan enfermedades como paludismo, fiebre amarilla, tifus, peste bubónica, dengue, encefalitis, ceguera de río, filariasis y enfermedad del sueño.

Para Coahuila son escasos los estudios que tratan la descripción y distribución de especies de crustáceos. Hasta 2017 se conocen 59 especies (una exótica y dos infraespecies) que pertenecen a 42 géneros. 25 familias, 10 órdenes y cuatro clases (cuadro 1, figura 1 a 3). De las especies registradas para el estado, 15 son endémicas o potencialmente endémicas (apéndice 14).

Se han registrado aproximadamente 4 mil especies de cucarachas en el mundo (Kramer y Brenner 2009), de las cuales 156 se registran en México (Estrada-Álvarez 2013). Para Coahuila existe poca información documental de estos insectos, y los estudios que se tienen sobre cucarachas se han realizado únicamente en la Comarca Lagunera. En el municipio de Torreón se registraron seis especies (cuadro 1, apéndice 16; Hernández-Rodríguez et al.2013), mientras que en Viesca se reportan sólo tres (cuadro 1. Cabrera-Trejo 2013).

Aunque las cucarachas son una plaga potencial, en su estado silvestre participan en el buen funcionamiento del ecosistema, ya que tiene un papel importante en la descomposición de la materia orgánica.

La mayor parte de las especies de termitas juegan un papel benéfico en los ecosistemas, como degradadores de desechos de madera y plantas, así como en el procesamiento de materia orgánica y el reciclamiento de nutrientes, por lo que se consideran como un eslabón clave dentro de la red trófica (Hernández 2006).

Los thrips tiene funciones ecológicas primordiales en los ciclos de nutrientes y el flujo de energía de los ecosistemas, como polinizadores y agentes de control natural y biológico de plagas —otros thrips, arañas rojas, escamas— y malezas, aunque este último aspecto ha sido poco estudiado (Mound y Kibby 2005) y se desconoce su efecto en condiciones locales. Al tener contacto con el ser humano, algunas especies pueden causar irritaciones en la piel de las personas.

Como ya se ha dicho, los cadáveres se convierten en micro-ecosistemas, aunque de corta duración, ricos en diversidad y relaciones bióticas. Son grandes los beneficios que aportan al planeta los insectos carroñeros, pues si no existieran se apilarían los cuerpos muertos, generarían pestilencia y se acumularían infinidad de basura orgánica.

Las hormigas mezclan y ventilan el suelo e incorporan nutrientes al mismo tiempo. Junto con las termitas, en muchas localidades, su biomasa generalmente supera a la de los demás organismos (Hölldobler y Wilson 1990).

Las abejas son quizás los polinizadores más conocidos en el mundo y se consideran como polinizadores primarios domesticados, pero no son de ninguna manera los únicos responsables de la polinización de todas las plantas que florecen.

La polinización es un recordatorio de que los ecosistemas, incluidos los agrícolas, están compuestos de una serie de relaciones interdependientes.

La relación entre plantas y polinizadores puede considerarse como un mutualismo, pues ambos se benefician:  la flor es fecundada por el insecto y el polinizador es recompensado con polen y néctar.

En un estudio realizado acerca de este aspecto. Las especies silvestres visitadas fueron el mezquite (prosopis spp.), el palo verde (Parkinsonia aculeata, figura 2), la gobernadora (Larrea tridentata) y la mostacilla (Sysimbrium irio).

La mayoría de la superficie territorial de Coahuila es árida y semiárida, en las regiones que comprenden las subprovinicas fisiográficas de la Sierra Madre Oriental: Serranía del Burro, sierras y Llanuras Coahuilenses, Pliegues Saltillo-Parras, Sierras Transversales y Sierras y Llanuras Occidentales; mientras que la provincia Sierras y Llanuras del Norte es una región completamente árida.

De igual forma, la ampliación de estudios acerca de estos insectos podría servir, incluso, para planear y realizar acciones preventivas ante los riesgos del cambio global del clima y de los ecosistemas.

De las 789 especies de vertebrados oficialmente reconocidas para Coahuila, 99 de ellas son consideradas endémicas para México.

De acuerdo a Rícan y colaboradores (2013), la mojarra de Cuatro Ciénegas se separó del resto de las especies del género Herichthys hace aproximadamente 5.6 millones de años. Este evento de especiación pudo ser consecuencia de un episodio de aislamiento de la cuenca de Cuatro Ciénegas del resto de la cuenca del río Salado, en Coahuila.

Se encontró una mayor abundancia de ejemplares asociada a las formaciones de estromatolitos; estos últimos corresponden a estructuras microbianas en las que las cianobacterias son las más abundantes (Souza et al.2004).

La sobreexplotación de agua en el valle de Cuatro Ciénegas y los daños de origen antropogénico generados desde hace poco más de tres décadas (Contreras-Balderas 1984, Contreras-Balderas y Lozano Vilano 1996, Pedraza-Lara et al. 2012, Leal-Nares 2016), representan una amenaza para buena parte de la biota dulceacuícola de este valle.

Finalmente, la recuperación y mantenimiento del sistema hidrológico está en estrecha relación con el manejo y conservación de la especie, lo que hace evidente que la perdida de hábitat se convertirá en uno de los grandes retos a superar en las próximas décadas.

La diversidad ictiológica de la cuenca endorreica Nazas-Aguanaval, que desemboca dentro del continente en la región baja de la Comarca Lagunera, es una de las más importantes en el norte-centro de México por la presencia de endemismos generados por el aislamiento y aridez de la región (Miller et al. 2009).

En su extremo sureste abarca desde la Sierra Madre Occidental hasta lo que, a principios del siglo XX, fue un gran sistema de lagunas en el noreste de Durango y suroeste de Coahuila (Abell et al. 2008), específicamente en las subprovincias Del Bolsón de Mapimí y Laguna de Mayrán, ubicadas en la porción suroeste del estado.

Para la Comarca Lagunera de Coahuila, la reducción de la diversidad de especies nativas y endémicas de peces ha sido significativa desde la segunda mitad del siglo XX hasta la fecha. Se estima que en el periodo mencionado se perdieron cinco especies nativas, de las cuales dos se catalogan como exclusivas (endémicas) del río Nazas.

Coahuila se caracteriza por una accidentada topografía que, en su mayor parte queda incluida en la región del Desierto Chihuahuense, por lo que en el territorio estatal dominan condiciones ambientales áridas-semiáridas (Berlandier y Chovell 1850). No obstante, el estado también cuenta con densos bosques de encino y pino que se desarrollan en las partes altas de las montañas que se esparcen sobre el noroeste, sureste y sur.

Los reptiles contribuyen un grupo de vertebrados que surgió a finales del periodo Carbonífero, y tuvieron una radiación adaptiva durante el Jurásico y Cretácico (entre los 207 y 65 millones de años; Vitt y Caldwell 2008). Se diferencian de otros vertebrados por poseer una piel cubierta de escamas, lo que puede presentar caparazones, como es el caso de las tortugas, y cuatro extremidades o ninguna, como las serpientes. Su tamaño variable, pues en algunos suarios va de unos centímetros hasta tallas mayores a los 5 m (cocodrilos y serpientes).

Los reptiles cumplen funciones importantes en el ecosistema, por lo que su presencia es fundamental para controlar poblaciones de roedores, insectos, invertebrados y plantas. Aunado a ello, sus usos económicos son múltiples, pues se reporta que los reptiles en el –desierto Chihuahuense tienen un valor como mascotas, alimento y en la medicina tradicional (Cupúl-Magaña 2003, Fitzgerald et al. 2004). Además, se sabe de la importancia médica de muchos reptiles; actualmente se realizan investigaciones sobre la fisiología de éstos y su aplicación en la salud humana (Wu et al.2013).

Lamentablemente en Coahuila se tiene la experiencia de una subespecie perdida debido al mal manejo de recursos hídricos por parte de las autoridades y la sociedad: la tortuga del fango (Kinosternon hirtipes megacephalum), que años atrás habitaban en el municipio de Viesca. La subespecie eventualmente perdió terreno y ya se encuentra extinta (Van Dijk et al.2007).

La otra región es el bolsón de la Comarca Lagunera, la cual se ubica en la subprovincia Sierras Transversales (Barrows et al.2013). aquí habitan las otras dos especies endémicas de Coahuila: la lagartija de collar (Crotaphytus antiquus) y la lagartija de los arenales (Uma exsul). En esta área los médanos de arena se formaron a partir de los depósitos lacustres en la cuenca cerrada del río Aguanaval y el río Nazas. A pesar de ello, las represas aguas arriba que desvían el flujo natural de estos torrentes para la agricultura, bloquean la entrada de sedimentos nuevos.

Aunque la mayoría de las personas lo desconoce, las serpientes de cascabel son organismos importantes para el ser humano, desde el punto de vista ecológico, económico y social. Por un lado, junto con algunos otros depredadores, estas serpientes basan la mayor parte de su dieta en mamíferos, como la rata algodonera (Sigmodon Hispidus), el topillo (Microtus sp.), el ratón ciervo (Peromyscus sp.) y la rata negra (Rattus, especie exótica) (Ernst y Ernst 2011).

El veneno de las serpientes de cascabel contiene una rica fuente de moléculas bioactivas (principalmente proteínas) que pueden ser aprovechadas para la producción de fármacos utilizados en el diagnóstico y tratamiento de distintas enfermedades, como la hipertensión, la trombosis y el cáncer (Braud et al. 2000, Pérez et al. 2001, Neville y Vaugham 2005, Koh y Kini 2012).

Coahuila tiene 150, 656 Km2 de superficie. No obstante, su amplia extensión territorial no destaca por su alta biodiversidad, variedad fisiológica, climática y tipos de vegetación, como es común en la mayoría de los estados del país. Tiene una composición mastofaunística sobresaliente por su afinidad de origen neártico que no se encuentra en ninguna otra parte de la república mexicana, salvo en los estados aledaños, principalmente Chihuahua, y en el sur de los Estados Unidos de América Baker 1956, Hall 1981).

La mastofauna de Coahuila está constituida por 126 especies (figura 1, apéndices 28,29, y 30), agrupadas en 69 géneros, 25 familias y ocho órdenes (figura 2), el orden mejor representado es el Rodentia (ratones, ratas, ardillas, tuzas y puerco espín) con 52 especies, le siguen el chiroptera (murciélagos) con 30 y el Carnívora con 20; el resto de los órdenes tiene seis o menos especies (figura 2, apéndice 28).

La importancia de los mamíferos se puede tratar desde tres puntos de vista: ecológico, económica y cultural.

Por otro lado, la ANP de Coahuila están pobremente estudiadas. Quizá con excepción de Cuatro Ciénegas (Contreras-Balderas et al. 2007).

La dieta del borrego cimarrón se compone principalmente de pastos, arbustos y, en ocasiones, de cactáceas y agaves. Al igual que otros herbívoros, los borregos cimarrones son presa de coyotes (Canis latrans), pumas (Puma concolor), gatos montés (Lynx rufus) y ocasionalmente águilas reales (Aquila chrysaetos), durante los primeros meses de vida (Krausman et al. 1999).

Esta zona árida fue uno de los territorios que más tardaron en ser conquistados durante la colonización europea y, si se compara con la zona del Bajío Mexicano, tiene una historia muy corta de impacto agrícola. Además, se debe considerar que el término desierto tiene una acepción más amplia en el imaginario colectivo (Ortelli 2011), y se refiere a lo indómito, a lo inexplorado, a lo que se resiste a los cambios impuestos por la civilización convencional.

El hecho de que Coahuila ha estado, comparativamente, menos expuesto al impacto agrícola que otras regiones del país, hace que conserve mucha de su diversidad original.

La diversidad microbiana no ha sido abordada extensamente en ningún lugar de México, pero Cuatro Ciénegas, en Coahuila, destaca por ser el sitio mejor estudiado, al utilizar tanto metodología microbiológica tradicional como genómica y metagenómica, es decir, con acercamientos a la secuenciación del ADN de los microorganismos.

 

La Tierra está dominada por microorganismos, que son centrales para los procesos biogeoquímicos. Son abundantes en todos los ambientes del planeta, y se calcula que existen alrededor y de 4-6 x 1030 células bacterianas en el mundo (Whitman et al. 1998). La mayoría de las bacterias se encuentran en los océanos, en suelos y en superficies terrestres, pero también están presentes en los lugares más recónditos, como cuevas, fondos abismales, en la superficie e incluso en el interior de otros organismos.

Hacer inventarios y estimaciones del número de especies bacterianas en diferentes ambientes, así como describir su función en el ecosistema.

Cuatro Ciénegas: una ventana al

Pasado microbiano

En general en México, y en particular en Coahuila, hay pocos estudios de la diversidad bacteriana (Piñero et al. 2008). En contraste, Cuatro Ciénegas es uno de los lugares microbiológicamente mejor estudiados del país y de todo el mundo (Souza et al. 2012).

Cuatro Ciénegas es un valle rodeado de grandes sierras, enclavado en el desierto de Coahuila y es, tal vez, el lugar con más especies endémicas por kilómetro cuadrado del continente (Souza et al. 2008).

La diversidad en Cuatro Ciénegas es inesperada en un ecosistema desértico con condiciones extremas, no sólo porque hay poca precipitación y presenta fluctuaciones drásticas de temperatura, sino también porque las concentraciones de fósforo disponible son muy bajas (Elser et al. 2005), pero son muy altas las de sulfato y carbonatos. La baja concentración de fósforo también restringe el desarrollo de las algas en los sistemas acuáticos, lo que permite que las bacterias sean la base de la red alimenticia (Souza et al. 2008).

Los hallazgos evolutivos y ecológicos en el valle de Cuatro Ciénegas han permitido proponer un modelo de diversificación microbiana en un ambiente muy pobre en nutrientes (oligotrófico), en donde el fósforo es el nutriente (Elser et. Al. 2005, Souza et al.2006).

El valle de Cuatro Ciénegas sorprende por la enorme diversidad microbiana que encierra en sus tapetes microbianos, sedimentos, agua y suelo.

En la medida en que se logre describir la biodiversidad de este sitio y de muchos otros de interés en el estado, los habitantes serán sensible a las repercusiones que tiene las actividades humanas ejecutadas sin consideración a la sustentabilidad ambiental.

Por ejemplo, la capa superior, expuesta a la radiación solar, contiene microorganismos con capacidad fotosintéticas, mientras que, en capas más profundas, en donde ya no penetra la luz ni el oxígeno, habitan microorganismos cuyo metabolismo se ha especializado para vivir en esas condiciones.

Cuatro Ciénegas es un valle extraordinariamente diverso y uno de los pocos lugares del planeta en donde todavía hay estromatolitos y oncolitos vivos, relictos de un pasado dominado por microorganismos. Debido a que las técnicas convencionales no permitían entender el porqué de tanta diversidad en un sitio limitado en nutrientes —es el sitio con menos fósforo que se conoce—, se decidió adquirir una visión más holística de las comunidades por medio de la metagenómica comparada.

Por otra parte, se pueden identificar también muchos genes de resistencia a antibióticos (Peimbert et al 2012), lo cual sugiere que el mutualismo, lo mismo que la competencia, hacen que la migración de bacterias “forasteras” a cada sitio sea muy limitada, debido a la presencia de diversos antibióticos.

Entender las razones de su diversidad y cuáles son sus amenazas será determinante para poder defender este oasis extraordinario.

Se han realizado estudios en diversas especies de plantas silvestres nativas cuyos usos principales se dan en la industria y la medicina. Tal es el caso de las siguientes especies: Candelilla (Euphorbia Antisyphilitica), guayule (Parthenium argentatum), maguey (Agave salmina y A. atrovirens), nopal (Opuntia ficus-indica), mezquite (Prosopis spp.) y lechuguilla (Agave Lechuguilla; Aguilar et al. 2008b).

Gobernadora (Larrea tridentata)

Esta planta se caracteriza por ser un arbusto leñoso, muy ramificado, perennifolio, que mide de 0.6 a 3 m de altura y llega a tener hasta 50 g de hojas y tallos.

Las especies silvestres que se desarrollan en el Desierto Chihuahuense se distinguen por presentar niveles altos de diversidad genética, dado que tienen que sobrevivir en condiciones extremas de suelo y clima; además la mayoría tiene altos niveles de polinización cruzada, lo que incrementa eta variabilidad.

Dado que existen diferentes usos y aplicaciones de las sustancias presentes en las plantas nativas de Coahuila, y debido a la alta variabilidad genética, es importante realizar actividades de aprovechamiento que aseguren la supervivencia de las poblaciones bajo un esquema de sustentabilidad, ya que son varias las especies nativas de estas zonas que se encuentran en peligro de extinción, como es el caso de algunas biznagas y del maguey noa A. victoriae-reginae.

 

El sotol es una planta perteneciente a la familia Nolinaceae, que crece abundantemente en la región del Desierto Chihuahuense (figura 1). Se caracteriza por ser una planta dioica, es decir, hay plantas hembra y plantas macho, lo que no es revelado hasta alcanzar la madurez sexual, la cual tarda al menos ocho años en ocurrir (bogler 1994). La diferencia entre plantas macho y hembra se puede observar en su escapo o inflorescencia (figura1). En las plantas macho se encuentran los estambres —tipo de espinas—, mientras que en las plantas hembra se encuentran los pistilos —que carecen de dichas estructuras— (Bogler 1994).

El uso principal que se le ha dado a esta planta es para la producción de la bebida alcohólica que lleva el mismo nombre (De la Garza-Toledo et al. 2008. Cruz-requena et al.2008).

Coahuila tiene una diversidad orográfica que determina una gran variación de condiciones climáticas, lo cual permite el establecimiento de distintos ecosistemas.

La importancia de contar con acciones coordinadas de participación interinstitucional, que permitan desarrollar estrategias para un mayor conocimiento de la diversidad genética en Coahuila.

Uno de los lugares de México mejor estudiados, desde el punto de vista microbiológico, es Cuatro Ciénegas. Los cuerpos de agua del valle que lleva su nombre, son de pocos lugares en el mundo donde aún existen estromatolitos y oncolitos vivos.

El principal punto que surge de los temas y estudios de caso presentados en esta sección es la falta de trabajos de investigación sobre diversidad genética, tanto en especies vegetales como animales y microorganismos.

En los pocos casos documentados de pérdida de tal diversidad, aparecen las prácticas agrícolas con el factor más importante que, directa o indirectamente, causa pérdidas en los acervos genéticos y pone en riesgo a especies endémicas o de uso tradicional en la entidad.

Se propone un esquema donde se parte de la realización de estudios sobre diversidad genética, con el apoyo a investigadores a través de las convocatorias de diferentes organismos federales y estatales, así como el establecimiento de convenios entre universidades y centros de investigación, para la realización de proyectos conjuntos. Se sugiere que en estos trabajos participen estudiantes de educación superior, para formar nuevos cuadros que incidan en el estudio, conservación y aprovechamiento de la diversidad genética.

En este sentido, el establecimiento de un congreso estatal —de periodicidad anual o bianual— sobre diversidad genética en flora, fauna y microbiota del estado, propiciaría nuevas sinergias y políticas gubernamentales fundamentadas en el conocimiento científico.