La perspectiva de género

El libro “Juzgar con Perspectiva de Género” es el resultado del trabajo de investigación del Cuerpo Académico de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Autónoma de Coahuila, dentro del Proyecto Igualdad, Derechos y Mujeres en México. En él se aborda de manera minuciosa y puntual el análisis de sentencias emitidas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la Corte Interamericana de Derechos Humanos y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, desde la perspectiva de género en temas como: derecho de acceso a la justicia, derechos políticos, derecho a la no discriminación e igualdad y derechos sexuales.

El libro pretende constituirse como una herramienta de consulta para los estudiosos del Derecho, en un tema actual como el estudio de casos desde la perspectiva de género a la luz de los estándares de los sistemas regionales de protección de los derechos humanos. Se parte de que la igualdad y no discriminación son la piedra angular de todo Estado democrático que pretenda la realización efectiva de los derechos humanos, y se reconoce que en la actualidad la mujer sigue siendo objeto de desigualdad en el ámbito familiar.

El texto parte de una reflexión respecto de las desigualdades entre hombres y mujeres generadas a través de las construcciones sociales, en la asignación de roles y estereotipos. El concepto de género es el centro de uno de los debates políticos más trascendentes. Se construye el término de género como cuestionamiento basado en la diferenciación de lo biológico y lo culturalmente construido. La violencia continúa porque el sistema que padecemos es de opresión, generador de desigualdades sociales, económicas y culturales. El poder patriarcal no se limita a la opresión de las mujeres ya que se deriva también de las relaciones de dependencia desigual de otros sujetos sociales sometidos a este poder. Por ello, para entender la presión de la mujer es necesario examinar las estructuras de poder que existen en nuestra sociedad.

Con base en ello se define a la violencia como una modalidad cultural, conformada por conductas destinadas a obtener el control y la dominación sobre otras personas. En este sentido la violencia de género es un constructo sociocultural histórico, inscrito en una relación de poder y dominación. En México, en la vida cotidiana y sobre todo en su vida privada, las mujeres padecen normas sociales violentas y perpetuadoras de la discriminación estructural que se vive en el País. Podemos afirmar que la violencia contra las mujeres se produce por lo general en lo más íntimo del hogar, el agresor tiene una relación de afectividad y dominación, su vínculo con la víctima se encuentra en un plano de dependencia emocional muy alta, lo que conlleva a que el ciclo de la violencia sea imposible de romper.

La discriminación de las mujeres en México es una realidad que afecta, limita y anula los derechos humanos y las oportunidades en igualdad de condiciones para la inclusión. Los autores sostienen que entre 24 y 44.9 por ciento de las mujeres en México piden permiso a su pareja o a un familiar para hacer gastos cotidianos, visitar familiares o amistades, o salir solas de día o noche.

Otro asunto que aborda el libro es el de los derechos políticos que tienen como una de sus principales características el de la universalidad. En este sentido los derechos políticos de las mujeres han ido ganando terreno gracias a las luchas que ellas mismas han emprendido a través de los años.

El derecho al voto y a la participación en la vida política son resultados de una exigencia por el reconocimiento de sus derechos. La participación de la mujer en los asuntos políticos, por sí misma o por su representante o bien en las funciones públicas de su país, han caminado de la mano de la discriminación por razón de género. En este estudio se analizan diferentes casos que al ser abordados con perspectiva de género se obtienen resultados más justos para las mujeres.

En el texto se sostienen que la violencia de género contra las mujeres es estructural, porque el orden social es construcción de relaciones, prácticas e instituciones sociales, que generan, preservan y reproducen poderes. Por ello es necesario reconstruir desde los espacios públicos y privados la igualdad real entre hombres y mujeres, y la justicia en consecuencia se debe impartir con perspectiva de género.

@SalvadorHV
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