Musk Manía

“No cejaremos hasta que todos los coches que circulen por las carreteras sean eléctricos”. Elon Musk.

Sin duda Steve Jobs, fundador de Apple, es considerado un innovador legendario y también, como dijera Bill Gates, era un maestro en “hechizar” a sus empleados. Los mantenía motivados y trabajando duro por muchas horas. Era un perfeccionista enfermizo. Por eso, en un buen tiempo se consideró que nadie lo iba a sustituir. Pero en los últimos tiempos Elon Musk se está abriendo camino como el innovador y el “hechicero” de talentos de finales de la segunda década del siglo 21. Este estadounidense nacido en Sudáfrica se está transformando en la leyenda de la innovación y el cambio. Es un hombre con una inteligencia y una inventiva capaz de revolucionar el mundo de la tecnología. Una de sus posturas que más ha causado polémica, es que “las máquinas podrán superar a la raza humana”.

Hans van der Loo y Patrick Davidson sostienen en su libro “Musk Manía. Los 5 principios de Elon Musk”, que “Musk es el Leonardo da Vinci del siglo XXI”. Este convertidor de sueños en realidad, es un generador de olas que marcan tendencias y que están cambiando el mundo, además, es un empresario muy aventado. Es fundador de Tesla, PayPal, SpaceX y otras grandes compañías. Logra sus sueños porque piensa a lo grande. Se atreve y es muy perseverante a pesar de los reveses. Deja la ejecución de esos planes en manos de personas que creen en ellos con tanta pasión como él, nadie titubea. Así se hacen los grandes proyectos.

Como dicen Loo y Davidson: “Pero en estos tiempos de transitoriedad, inseguridad y complejidad, hay más necesidad de un movimiento revolucionario que de estabilidad. De líderes que se apresuren a ponerse en marcha y no se detengan. De personas que prosperen con las olas del cambio, pero también las generen. Los generadores de olas cambian las normas del juego, ofrecen esperanza, constituyen una fuerza impulsora y son divulgadores. Rompen las estructuras y certidumbres existentes y crean nuevas posibilidades”.

De joven todavía en Sudáfrica, antes de los 17 años, después de asistir a clases se encerraba en la librería local. De esa forma no sólo se aislaba del mundo exterior, sino que se concentraba en la lectura, que estimulaba su inteligencia, a tal grado que cualquier persona que le hablaba tenía la impresión de que no los oía. Por ello sus padres sospechaban que era sordo. Su madre decía: “Se encierra en su cerebro, como si estuviera en otro mundo”. Una característica de Elon es que gracias a su inteligencia y atención al detalle, siempre consigue llevar la delantera en lo referente a tácticas, estrategias y contingencias. Así mantiene el control de la situación y dispone de amplio espacio de maniobra.

En el libro en comento Hans y Patrick nos dicen que su autonomía está fuera de toda duda: es obstinado, no teme nada contra corriente, elige sus objetivos y mantiene las manos libres para poner en práctica esos objetivos como crea oportuno. Musk controla todos los aspectos de su vida. Lleva el timón de todo cuanto hace. También posee una gran seguridad en sí mismo. Su fe en sus capacidades y conocimientos es inmensa. Esa fe se basa en sus conocimientos enciclopédicos y su memoria fotográfica.

Otra característica de este gran innovador es que incluso sin utilizar notas es capaz de reproducir cada detalle de una conversación o entrevista que tuvo lugar hace varias semanas. Las cosas que no recuerda, pero que considera importantes, las asimila en tiempo récord. Lo que no le interesa lo deja de lado. No teme correr grandes riesgos. No obstante, son riesgos bien calculados. Sobre los super-jefes, como Elon, los autores señalan que suelen ser autónomos, poseen una gran seguridad en sí mismos, están totalmente entregados a su visión y muestran una actitud entre competitiva y tolerante. Su cultura de trabajo consiste más en hacer que en hablar. Todo se tiene que hacer deprisa, deprisa. Musk azuza continuamente para que rindan más.

También los autores resaltan que sus amigos y enemigos coinciden en una cosa: Musk posee una energía extraordinaria. Según su exesposa, Justine, su cuerpo es como un tanque. “Tiene una vitalidad y una resiliencia para el trabajo increíble”. El trabajo nunca está completado y siempre existe la posibilidad de hacerlo de modo más eficaz, más rápido y mejor. No en vano Alejandro Magno constituye un ejemplo para Musk.

@SalvadorHV

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