Diez años con Fractalidades, 500 artículos y gran experiencia editorial e intelectual

Alrededor de hace 10 años recibí una llamada de Armando Castilla Galindo. Me preguntó que dónde estaba escribiendo. Le contesté que en ningún periódico, después de ser columnista en el extinto diario Palabra, del Grupo Reforma, de 2002 a 2008. Me propuso escribir en VANGUARDIA, de Saltillo. Acepté colaborar con una columna que titulé Fractalidades. Inicié el 3 de septiembre de 2010, con un artículo sobre la disputa electoral del 2011.

Hoy he llegado a 500 colaboraciones. Este ejercicio semanal, me ha obligado a leer sobre muchos temas y en promedio un libro por semana. He leído un total de 600 libros en esta segunda década del siglo XXI, cincuenta por año o unos pocos más; a excepción del 2016 que leí 150, los cuales publiqué en el libro Mis CL (150) libros leídos en 2016. Cuando compartí esa faena me dijo un amigo: “qué no tienes nada que hacer”.

Mis artículos han versado sobre aforismos, análisis teórico-político, biografías, ciencias, divulgación matemática, coyuntura electoral y socio-política; educación, epistemología, filosofía, además de escribir pequeños relatos, comentarios sobre libros, cuentos, ensayos y novelas, entre otros.

También he escrito prólogos de libros de amigos y compañeros de trabajo universitario. Por ejemplo la novela México Bronco, de Fidencio Treviño (qepd), de Matamoros, Coahuila; de Análisis de la vivienda de interés social desde lo sustentable, lo tecnológico y lo social, de José Adán Espuna Mújica, María Teresa Sánchez Medrano, Ana Berenice Gómez de León, María Eugenia Molar Orozco, Rubén Salvador Roux Gutiérrez, Jesús Velázquez Lozano, María Genoveva Vázquez Jiménez, Jesús Acevedo Alemán, Fernando Bruno, María de los Ángeles Pérez Trujillo y María de la Luz López Saucedo.

Prologué también el libro De Monroe a Porfirio Díaz, de Marisol Sala y Gerardo Berlanga Gotés. El más reciente es, La economía circular en la industria automotriz de México, de los investigadores Gonzalo Maldonado Guzmán y Sandra Yesenia Pinzón Castro de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, y Edith Reyes Ruiz y Jesús Francisco Mellado Siller, de la Universidad Autónoma de Coahuila. Algunos de estos prólogos los compartí en mis artículos de VANGUARDIA.

Las entregas de mis columnas deben ser al anochecer previo a su publicación. Confieso que algunas veces me pasó que el jueves al mediodía no tenía idea de qué escribir. Como decía mi abuelo cuando alguien era incapaz de externar una opinión sobre algún asunto que él preguntaba, se dirigía a otro de sus hijos o nietos, y comentaba de pasa bola, “a éste no le cae agua al tinaco”.  Así me pasaba a veces, no salían las ideas sobre qué escribir. Pero una vez instalado frente a la computadora, surgía algún tema y las ideas en relación al mismo. Y “si no me caía agua al tinaco”, recurría a algún resumen que había elaborado de un libro. Qué alivio. A partir de esas ideas, construía el artículo.

En estas 500 entregas semanales, sólo una vez se me olvidó mandarlo. Recuerdo que era la una de la mañana cuando me percaté de la omisión, después de diferentes reuniones con universitarios en Monclova. Lo hice en ese momento, pero ya no podía ser publicado. Como columnista nunca he recibido ninguna observación del periódico, ni me han hecho cambios en los textos. Ha habido un impecable respeto.

Todos los viernes, a temprana hora, después de asegurarme que mi artículo se publicó en la página digital de VANGUARDIA, lo comparto con mis lectores. Por lo general, he sido puntual y cuando no me ha sido posible, he recibido amables quejas. Sin embargo, también he tenido reclamos porque lo envío muy temprano.

Una anécdota que recuerdo de mi experiencia lectora, es de diciembre de 2011. Me preguntaron sobre los libros que marcaron mi vida, estaba reciente la entrevista que le hicieron a Peña Nieto con ese tema. Le contesté al periodista que Álgebra de Baldor; Geometría Analítica, de Anfossi y Cálculo Diferencial e Integral, de Granville. Me dijo que de esos no me preguntaba, que debían ser de literatura. Le mencioné tres y se los comenté, con la aclaración que cada libro que he leído me ha dejado huella. Sin duda, esta década ha sido una gran experiencia editorial e intelectual. 

@SalvadorHV

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