Con el COVID se agudizó la crisis económica que ya traíamos desde antes de la crisis de las subprimes en 2009

La crisis de las subprimes, la que empezó en el año 2007, pero se manifestó en el 2009, según el economista español Santiago Niño-Becerra, es una crisis que todavía no termina, y para colmo nos cayó el coronavirus que agudizó la situación. Terminará después del 2023, según Niño, mientras, reinará la inestabilidad e incertidumbre personal en un contexto de ultra flexibilidad controlada, de estabilidad inestable.

La crisis del 2009 se produjo por el agotamiento de un modo de funcionamiento económico que había estado funcionando desde el final de la Segunda Guerra Mundial, hasta 1991, es exactamente igual, en términos estructurales, a la Gran Depresión de 1929. En ese año se agotó el modelo, que se impulsó luego de la crisis de 1873. Entre 1873 y 1879 la economía sufrió una crisis brutal, salvaje, como consecuencia del agotamiento del modelo característico de la fase de acumulación originaria de capital. Todas las crisis han sido largas y profundas, penosas y terribles, que nos han obligado a cambiar una forma de hacer las cosas.

La crisis actual estructural que ahora padecemos y que se acelera con la pandemia, es muy parecida a la que se desencadenó en 1929 y en 1873. Por lo tanto, las constantes se repiten. Se trata de crisis de sobreproducción, de subconsumo, de contracción de demanda. Todos esos fenómenos nos han llevado hasta donde estamos ahora. Pero en nuestro caso, un microorganismo agudizó la crisis. Provocada o no, esta pandemia, nos está profundizando la incertidumbre económica, pero a la vez nos está obligando a construir la salida antes de lo previsto por Niño-Becerra.

¿Cuál era la situación que prevalecía en 1929? Caos, familias destrozadas e inseguridad, pero ahora es más grave por el coronavirus. ¿Qué hicieron en ese entonces? Pusieron en marcha el modelo de protección social, lo que se llamó el estado de bienestar: pleno empleo de factor trabajo, crecimiento continuado de la demanda de trabajo, salarios indexados a la inflación y esperanza de vida de la jubilación de máximo diez años. Las crisis no se producen por generación espontánea. De 1950 hasta mediados-finales de los años setenta (1973 a 1979) se mantuvo el modelo. De finales de los setenta hasta 1991 se dieron la manifestaciones de que el modelo estaba dando de sí. Y de 1991 hasta 2007 se manifestó el agotamiento y la necesidad de implementar otro modelo.

En el año de 1979, con la victoria de Margaret Thatcher en el Reino Unido; al año siguiente, la de Ronald Reagan en Estados Unidos y en 1982 con Helmut Kohl en Alemania se empezó a desmantelar el modelo de protección social y empezó el inicio de la introducción del llamado “modelo neoliberal”. En el fondo, neoliberalismo quiere decir colocar el capital y la oferta como protagonistas de la economía, mientras que el trabajo y la demanda quedan desplazados poco a poco de la primacía de la que habían gozado en el estado de bienestar. Esto es, a partir de 1980 y hasta 1991, se apuesta claramente por los conceptos de capital y oferta. Es la fase en la cual empieza a ponerse en marcha la aplicación de la robótica y de la tecnología orientada al ahorro de factor trabajo, según Niño-Becerra.

En la época anterior lo financiero se entendía sólo como soporte de la economía real, en esta nueva época se le da la vuelta a la tortilla, lo financiero pasa a ser lo principal. Para ser exactos, la productividad siempre había sido un factor importante, pero fue a partir de los noventa cuando pasó al crédito y el internet empieza a masificarse a partir del año 95, hecho que da paso a los negocios basados en línea.

Pues bien, en 2007 el modelo se estaba agotando. Ya no daba más de sí. La gente no era capaz de absorber más crédito ni viviendas, el precio llegaba a un punto insostenible, se habían puesto en marcha productos de inversión que no aguantaban. Estábamos en el momento de transición, gestionando la crisis y a la vez construyendo el nuevo modelo, y nos sorprende el coronavirus. Construir un nuevo modelo es algo muy difícil de hacer. ¿Cuál será el concepto del modelo nuevo? Según Niño. La productividad. El rendimiento. La eficiencia. Una concepción totalmente distinta. Lo que va a venir es otra historia que ahora la está acelerando la pandemia y que tendrá profundas implicaciones políticas y sociales.