Los intangibles de la ciudad también cuentan. La ciudad es un entramado en el que individuos, grupos sociales, espacios físicos y condiciones de vida se entretejen con fenómenos intangibles como la cultura, las dinámicas relacionales y la generación de redes visibles o invisibles. En una sociedad golpeada por las crisis económicas recurrentes, la lucha por los mercados y las rutas del narcotráfico, por la incertidumbre en los sistemas de seguridad social y por la falta de oportunidades de empleo, asirse de los intangibles es un camino que puede contribuir a la reconstrucción de la paz social, a la recuperación de las relaciones familiares, de la vida comunitaria y al rescate de las tradiciones.
Hace unos días en el pueblo en donde nací, en Viesca, Coahuila, Miguel Sabido en colaboración con el gobierno del estado, a través de la Secretaria de Cultura, inició un proceso para rescatar las pastorelas –recuerdo estas representaciones, cuando era niño, las disfruté en el atrio de la capilla-; las danzas de caballitos, -en Viesca en las fiestas de Santiago Apóstol, la danza afuera de la iglesia es con caballitos de madera y con atuendos muy floridos, es diferente que en los demás municipios de la Laguna-; y las morismas, esto es la representación de la batalla de los cristianos españoles contra los moros. El rescate de estas tradiciones permitirá que se representen como hermosas piezas de teatro popular, con el ingenio de la gente. Estos intangibles serán sin duda el sello distintivo del Pueblo Mágico de Viesca.
Este tipo de acciones contribuirá a la regeneración urbana, el desarrollo económico y la cohesión social. A la vez que evidenciará un nuevo estilo de gobierno, permitirá la constitución de redes sociales e impulsará nuevas formas de participación ciudadana que desarrollen procesos innovadores de crecimiento social.
Sin duda estas intervenciones estarán muy presentes en el momento de definir una intervención integral, ya que abarcará diferentes ámbitos de la vida de las personas, en un entorno local y comunitario, de barrio, de colonia, o de los ejidos. Como lo señala Isabel Sierra Navarro, doctora en Psicología en un trabajo intitulado “La generación de redes para la calidad de la vida urbana”: La complejidad del entramado que se pone en escena en este tipo de intervenciones, requiere de paradigmas flexibles y metodologías múltiples, a fin de ser eficiente, tanto desde el punto de vista del resultado final, como de la bondad del proceso que lo sustenta.
El proyecto del que habla la doctora Sierra se centró en la unidad del “barrio” para configurar la acción, que era intensiva y global, e implicaba tres áreas de trabajo: la rehabilitación urbana, la promoción y desarrollo económico y la cohesión social.
Sierra sitúa brevemente las características principales de las líneas del programa:
1. Regeneración urbana: Procesos de tipo urbanístico, que incluyen el análisis de necesidades o problemáticas específicas desde el punto de vista de la gestión del suelo del barrio, las necesidades de vivienda, equipamientos y servicios, así como aquellos mecanismos de mejora de las condiciones físicas de los edificios y espacio público del barrio.
2. Desarrollo económico: Acciones que tienen como objetivo común la generación de empleo para la población del barrio, así como la creación y/o mejora de negocios que se ubican en el territorio, a través de estudios de necesidad y oportunidades, en el marco socio-cultural y económico de la ciudad y la zona.
3. Cohesión social: Estudio de las características sociológicas y demográficas de la población, así como de las necesidades específicas que presentan los diferentes grupos o colectivos sociales que conforman el barrio. Este es un punto de vista propio de la visión social en general, así como de los servicios sociales que trabajan principalmente con colectivos que tienen dificultades socio-económicas y de integración social. Asimismo, se incluye el punto de vista de la ciudadanía en general, como concepto democrático, por la capacidad de participación en los procesos de mejora del barrio, y también como concepto comunitario, ya que es constitutiva de grupos sociales diferenciados que conviven en un mismo territorio y hacen uso del mismo espacio y bienes.
El rescate de los tradiciones, de los fenómenos intangibles contribuirá sin duda a la unidad de los barrios.
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