Del rancho al mundo

La pasión, el coraje y el corazón inteligente

son los motores de las cosas grandes.

 Carlos Gramillo.

Doctor en Economía.

Originario del ejido Cuauhtémoc, Durango

 

En 1996 producto de una situación de sequía, hubo déficit de agua en las presas Lázaro Cárdenas  y la Francisco Zarco para cultivar las tierras correspondientes al Distrito de riego 017. Para mitigar los efectos de la sequía en aquel año,  los tres niveles de gobierno implementaron una serie de acciones de apoyo, desde compactación de tierras, programas de uso eficiente del agua y la energía, hasta apoyos con financiamientos blandos para impulsar proyectos productivos.

En alguna reunión de esos programas entre productores y técnicos conocí al Doctor en ingeniería Carlos Hernández Yáñez. En dicha junta se refería a mí como licenciado. Le aclaré que soy ingeniero. Me reviró con la siguiente frase: “Para reconocerte como ingeniero, necesitas solucionar una ecuación cuadrática”. La resolví y le deje de tarea que hiciera una ecuación cúbica. Hace días me hizo otro reclamo. Era relativo a mi artículo anterior, sobre Oribe Peralta. Cuestionó mi falta de reconocimiento a los laguneros oriundos de los ejidos, que han salido adelante con el apoyo de sus familias y de su propia determinación, porque hay muchos. Hernández Yáñez nació en el ejido Alamito del municipio de Francisco I. Madero y obtuvo el grado de Doctor en ingeniería de riegos en la Universidad de Utah, Estados Unidos de América. Con mucho orgullo, sigue siendo ejidatario y en la actualidad, entre otras actividades, es consultor del Banco Mundial. Carlos salió del ejido para el mundo.

El médico pediatra Ricardo Acosta también me externó su opinión sobre los talentos que carecen de apoyos institucionales: “Aparte del Cepillo Peralta, el cual nos llena de orgullo, hay muchísimos otros coahuilenses que tienen mucho mérito…  Mi hijo Ricardo (de 19 años), acaba de dar un concierto de piano en el Teatro Isauro Martínez y logró un lleno completo. Tiene tres años fuera del país. Ha tocado con orquestas nacionales y extranjeras, logró los máximos honores en la Interlochen School of Arts, tiene premios nacionales e internacionales y fue aceptado a partir de este año en el conservatorio Eastman School of Music para estudiar tanto interpretación de piano como composición… es la escuela de mayor prestigio en la actualidad en el vecino país, donde obtuvo una de las becas más prestigiadas, la Howard Hanson”. El joven Ricardo Acosta Murguía tampoco ha tenido un apoyo institucional para desarrollar su talento, a pesar y en contra de las políticas públicas él sigue adelante con el apoyo de su familia y su esfuerzo propio.

Bety Granillo, luchadora social e impulsora de guarderías para apoyo de las mujeres que se emplean, opinó: “Sus reflexiones proponen acciones de gobierno. Me gusta y me recuerda, porque invertimos en este ejido (La Partida). Porque seguimos creyendo en los derechos de los excluidos y que su desarrollo es posible cuando despegan de una plataforma social que invierte en ellos”.

El ingeniero Naval Francisco Ramírez recorrió el mundo debido a su trabajo. Es originario de Viesca, Coahuila. Su comentario es el siguiente: “Leo y analizo tus escritos que por correo me haces llegar, lo cual agradezco. Y acerca del último (lo del Cepillo Peralta), pues no me extraña,  los laguneros estamos hechos de otro lodo (algunos, no todos).  Sobre todo si el zoquete se hace con tierra y agua de Viesca”.

La licenciada en Economía y maestra universitaria Monique Parker en relación con el tema que nos ocupa me compartió su opinión: “Generar una política pública en nuestro país puede ser un pozo sin fondo. Para ejemplo tenemos el CODEME. El presupuesto asignado se queda preferentemente en el nivel administrativo y permea lo menos al objetivo real de su creación. El problema real de nuestro país es estructural en su base. El cambio debe ser de raíz, no generar planes, planotes y planitos que finalmente son mucho más onerosos que un robo directo de dinero, como decía nuestro maestro Emilio Bichara Marcos Garza”.

Sin duda, estos ejemplos son una pequeña muestra de los talentos laguneros, con el factor común: la falta de apoyo. Su esfuerzo ya rinde frutos, cada cual con su historia, sus plegarias y sus sueños. Todos van de su trinchera al mundo.

Salvador Hernández Vélez

jshv0851@gmail.com