Goyito

La doctora Laura Hernández-Guzmán, jefa de la División de Educación Continua, de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el doctor Javier Nieto Gutiérrez, director de la Facultad de Psicología de la misma universidad, nos dicen, que el doctorado en México surge en la UNAM. Y que fue hasta 1929 que se sentaron las bases legales para la creación formal de los estudios de posgrado. No obstante, el grado de Doctor, supeditado a la obtención previa de la Licenciatura y la Maestría, se otorgó a partir de 1945 en la Facultad de Ciencias, para las disciplinas de Biología, Física y Matemáticas. En un intento poco exitoso por uniformar los criterios para otorgar el grado de Doctor, así como el de Maestría, se creó la Escuela de Graduados en 1946. A ésta pertenecían 7 institutos de la UNAM y otras instituciones con carácter de afiliadas. La Facultad de Filosofía y Letras y la Escuela de Jurisprudencia nunca participaron en este empeño.

La Escuela de Graduados desapareció en 1956, a partir de la reforma al Estatuto General de la UNAM. Esta reforma planteaba la creación de programas de Doctorado en las facultades. El primer Reglamento de Estudios Superiores se publicó hasta 1967. La meta de contar con criterios para regular la creación de programas de estudio a nivel de Doctorado, se logró hasta 1996 cuando se dotó al posgrado de autonomía administrativa (UNAM, Coordinación de Estudios de Posgrado).

El domingo pasado falleció el doctor Gregorio Martínez Valdés (Goyito), él egresó como Ingeniero Agrónomo de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN) en Saltillo en 1956 -absurda coincidencia con la desaparición de la Escuela de Graduados-. En su natal Viesca estudió la Primaria, luego se trasladó a San Pedro de las Colonias, a estudiar la Secundaria y la Preparatoria. En la Universidad de Wisconsin continuó sus estudios con una especialidad muy particular para su época: Maestría en Ciencias en el área de Información y Comunicación Agrícola, y el Doctorado en Comunicaciones y Sociología Rural. Es el primer doctorado del pueblo de Viesca, en La Laguna. En aquellos años eran muy pocos los que estudiaban una carrera, un doctorado ni quién lo pensara. El único doctor (médico) a principios de los 60 en la tierra de Goyito era sin duda el doctor Lobito, un médico homeópata donde nos atendíamos todos. Goyito era un doctor que no curaba.

Una tía abuela de Goyito era curandera en Viesca, y poseía un jardín con sus plantas medicinales que había recolectado en los alrededores del pueblo, era de plantas xerófitas. El doctor Martínez fue pionero en divulgación de las ciencias agrícolas a nivel mundial, periodista, traductor, conferencista, editor y un gran conversador.

En uno de sus artículos: “Homenaje tardío a mi tía Teodora”, reconocía los conocimientos de su tía sobre herbolaría para curar a los viesquenses. Goyito se lamenta en el artículo no haber valorado la importancia de los conocimientos que sobre germoplasma de las plantas del semidesierto había acumulado su tía; hasta que estudió el doctorado se planteó rescatar los conocimientos de su tía, pero cuando regreso a Viesca, ella hacía unas semanas había fallecido.

El doctor Martínez Valdés trabajó en el Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA), en el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT). Además de sus investigaciones e innumerables artículos científicos, escribió: “Haré valla en la calle de Victoria”; “Juego de memoria”. Escritos misceláneos; “Relatos de Goyo”. También realizó una recopilación de imágenes de Viesca, entre las que se encuentran fotos de los extintos manantiales, como de diferentes personajes.

El domingo pasado falleció un gran coahuilense, viesquense él. La noticia la recibí de mis amigos, el investigador de la Narro, Lorenzo López Barbosa y de Oziel Montañez. Goyito, para muchos de nosotros, los viesquenses, era un gran ejemplo y orgullo, y lo seguirá siendo. Varios coterráneos han seguido su ejemplo, y con un gran esfuerzo y apoyo de sus familias también han salido del pueblo para ir a estudiar, además de sus licenciaturas, maestrías y doctorados. Goyito abrió el camino. Por lo que nos dicen los doctorados Hernández-Guzmán y Nieto, podemos concluir que Goyito también es de los pioneros que estudiaron doctorado saliendo de su pequeña comunidad, ese es el ejemplo.

Salvador Hernández Vélez

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