Nada es imposible de cambiar

“No aceptes lo habitual como cosa natural.

Porque en tiempo de desorden, de confusión organizada,

de humanidad deshumanizada,

nada debe parecer natural.

Nada debe parecer imposible de cambiar”.

Bertolt Brecht  

 La semana pasada asistí a dos reuniones trascendentales para la impartición de justicia en el Estado de Coahuila y en el País. En la primera reunión se trató el tema del control de la convencionalidad y de los derechos humanos. En ella había una gran presencia de jueces y magistrados, entre ellos, algunos de otras partes de México.

Soy de formación ingenieril y fue para mí una gran sorpresa escuchar que, por los convenios internacionales firmados por nuestro País en los temas correspondientes, y debido a la última modificación al Artículo 1 de la Constitución, la Carta Magna ya no es la única ley suprema en esos temas. Ahora, tanto magistrados como jueces deben, en sus sentencias, observar los acuerdos internacionales en materia de justicia, si no quieren ser impugnados. Sobre esto versó la capacitación.

Esto del control de la convencionalidad rompe paradigmas jurídicos, y no cabe duda que la globalización invade todas las esferas de la actividad humana y que ello revoluciona la vida jurídica de nuestro País. Dicho de otra manera: los encargados de la procuración de justicia están ante una gran tarea de integración del Derecho, desde lo local, lo estatal, lo nacional, y lo trasnacional.

Es decir, en nuestro contexto local, estatal o nacional, la Constitución ya no es sólo un legado del Constituyente; es algo vivo, que se reconfigura constantemente y que, si bien al interior es norma fundamental, ésta debe ser armónica con relación a los tratados internacionales signados por nuestro País e incluso con apego a los precedentes de los organismos de solución de conflictos trasnacionales.

Así, el juez, tanto local como federal, desempeña un doble papel: por un lado, al interior del Estado, bien como juzgador de legalidad o de constitucionalidad, y al exterior como operador de los derechos contemplados en tratados internacionales, o como es referido por un sector de la doctrina, de un control de convencionalidad.

La otra reunión a la que asistí fue sobre “El sistema de justicia penal acusatorio y oral” que inicia este 1 de junio en nuestro Estado, en el Distrito Judicial de Monclova. El sistema penal hasta ahora vigente tiene una vida de aproximadamente 200 años. Ésta nueva forma de hacer justicia es también un cambio de paradigma en la impartición de justicia. Ahora los jueces tendrán que estar frente a los inculpados.

Según datos emitidos por la doctora en Derecho, María de los Ángeles Fromow, sólo el 13 por ciento de los inculpados llega a reconocer que son culpables, y con el nuevo sistema de los juicios orales hasta el 60 por ciento de los procesados reconoce su culpabilidad. En el sistema tradicional, sólo en el 10 por ciento están presentes los jueces; en el nuevo sistema en todas las audiencias concurren los jueces. Este nuevo sistema es sin duda más transparente, expedito y genera más confianza.

Hoy en día, sin duda las autoridades buscan cada vez más, nuevos instrumentos y promueven la creación de instituciones que respondan a las actuales circunstancias sociales, para que la gente recupere la paz y la confianza, tanto en su comunidad, como en los entes del Estado, de ahí que cobra vigencia el marco internacional en la promoción, protección, respeto, tutela y reparación de los Derechos Humanos.

Lo que actualmente se busca es una impartición de la justicia que lleve a decisiones más justas, más humanas. Estos cambios en el sistema de justicia no sólo impactarán en la sociedad, sino también en el sistema educativo, particularmente en las escuelas de Derecho. El gobernador Rubén Moreira dijo que lo primero que hay que revisar es por qué hay tantos estudiantes de Derecho, se dice de unos 5 mil.

En La Laguna, por ejemplo, las universidades Autónoma de Coahuila, Autónoma de La Laguna, Autónoma del Noreste, Del Valle de México, y la Iberoamericana, entre otras, ofrecen la carrera. Luego entonces, hay que reflexionar sobre la formación que demanda el nuevo sistema de justicia penal, para estar acorde con los cambios que exigen las nuevas condiciones de la sociedad.

Salvador Hernández Vélez

jshv0851@gmail.com