Un voto hace la diferencia

En Michoacán el Tribunal electoral ordenó el conteo voto por voto en la elección de presidente municipal de Morelia. Con esta decisión se podrá discernir el resultado que en primera instancia es a favor del Revolucionario Institucional con una escasa diferencia de 372 sufragios. Este conteo dejará en claro quién ganó en ese municipio. Sin duda transparentará y legitimará el resultado de la elección, no como en el caso de la duda que todavía permea en el ambiente político de si Felipe Calderón le ganó a Andrés Manuel López Obrador. La imposibilidad de hacer un recuento voto por voto porque la ley no lo permitía dejó la sembrada la duda. La legitimidad de esa votación quedó en entredicho. Esto llevó a Calderón a declarar la guerra al crimen organizado, como una forma de legitimarse, así fue interpretado en su momento hace ya cinco años.

Ahora la ley permite aclarar las cosas. El recuento en Michoacán le dará legalidad al próximo presidente municipal de la capital michoacana, aunque gane con una mínima diferencia. En este ejercicio la legitimidad la proporcionará el apego a la legalidad y la transparencia del recuento. El conteo del voto por voto le dará estabilidad política al triunfador. También será un gran acto de civilidad democrática que fortalecerá el respeto de que cada voto cuenta, aunque se gane con un solo voto. Esa es la decisión ciudadana.

En el caso de la contienda a gobernador en Michoacán la diferencia con la que ganó Fausto Vallejo fue muy poca. El reconocimiento de la derrota por Luisa María, evitó el conflicto poselectoral, que complica quiérase o no la democracia en nuestro país. Cocoa ya había sido etiquetada como “la que no sabía perder”. La hermana del presidente de la República, paradójicamente se colocaba en la misma posición de Andrés Manuel hace cinco años: los que no reconocen que perdieron, que les falló la estrategia y que no pudieron hacer las alianzas que los llevaran al triunfo. Cocoa tenía que aportar las pruebas del “fraude” que denunciaba y si no lo hacía iba a quedar igual que AMLO sin poder demostrar sus argumentos ante los tribunales. El Peje se entrampó en su propia estrategia de denuncia y hasta hace poco reconoció que su error fue no tener representantes en todas las casillas.

El que los políticos reconozcan que ganan o pierden aunque sea por un voto, querámoslo o no es un gran paso en la consolidación de nuestra incipiente democracia. Es fundamental dejar en claro quien ganó de las opciones políticas en disputa aunque sea con el cincuenta por ciento más uno de los sufragios. Aclarar la imparcialidad del árbitro con el recuento del voto por voto consolida a las instituciones a la vez que se fortalece la democracia. Se le da certeza a la elección y se acaba con las sospechas y las dudas, elemento que faltó en la elección en la que perdió Andrés Manuel frente a Felipe Calderón, con una diferencia de apenas 230 mil votos. En el caso de Michoacán Fausto Vallejo Figueroa le ganó a Luisa María Calderón Hinojosa al final del recuento por una diferencia de 52 mil 233 sufragios. Lo que permite concluir que Fausto se alzó con el triunfo con casi cinco veces la diferencia con que Calderón fue declarado Presidente.

Otro punto importante que se evitó con la decisión de Cocoa fue la judicialización de la elección. En cierta medida es una lección para el PAN en el sentido de lo que no ganas en las urnas no lo puedes ganar en los tribunales haciendo denuncias mediáticas. A periodicazos no se ganan las elecciones. Sólo convenciendo a los electores se logrará que voten por una determinada opción política. Parece que se nos olvida al fragor de las derrotas que apenas llevamos un poco más de una década de alternancia y que en vez de ayudar a consolidar los árbitros electorales, le apostamos a que se dude de ellos y en consecuencia del sistema de partidos tan desprestigiado en nuestro país.

En Michoacán se votó por la alternancia, la suma de los votos de la oposición de Fausto Vallejo y los de Luisa María Calderón suman más de un millón. En consecuencia esto coloca al PRD en la tercera fuerza del estado michoacano. Y a pesar del casi empate de tercios, el 2.8 por ciento hizo la diferencia. La democracia en nuestro país toma fuerza. Está claro que el hermano y compadre Calderón no hace ganar a sus candidatos ¿A ver cómo le va a Ernesto Cordero?

Salvador Hernández Vélez

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