¿Fuego amigo?

¿Fuego amigo?

Salvador Hernández Vélez

Sin duda el escándalo mediático del PAN lo pone en una situación complicada frente a la elección del próximo año. Esta exhibida tiene tintes de ser fuego amigo. La mayoría de los escándalos del PAN en los últimos años han salido de entre las propias filas de los panistas. Veamos algunos ejemplos. La denuncia en Torreón de aquella grabación donde exhiben al diputado albiazul Memo Anaya organizándose contra el panista José Ángel Pérez que aspiraba a ser candidato a presidente municipal salió del grupo de albicelestes que, según comentaron los medios se habían reunido en la casa de la mamá de Anaya.

Ernesto Cordero, excandidato a la presidencia de Acción Nacional, después de la elección de su dirigencia nacional afirmó: “…no se puede construir sobre el odio, los rencores, los agravios ni las ofensas…”. Y simpatizantes de Cordero denunciaron: “…inequidad en la contienda, parcialidad del árbitro, padrón adulterado, uso indebido de recursos públicos y gobernadores “operando” por la reelección de Gustavo Madero, inducción y compra de votos, acarreo de sufragistas, tamalada, casillas “zapato”, intimidación, robo de urnas, jaloneos y mapaches”.

En el funcionamiento de los casinos, tan cuestionado en Coahuila, según se ha ventilado en los medios hay prominentes neo-panistas involucrados, según se trató en la tribuna de la Cámara de Diputados por el legislador federal Ricardo Monreal: “Es un tema de corrupción, tráfico de influencias e impunidad”.

En Torreón, militantes del PAN fueron detenidos y acusados de ser secuestradores. El presunto líder de la banda estuvo implicado con “los hombres de negro” en la elección del 2003 que se les anuló a los panistas por coacción del voto. Los involucrados están identificados con el diputado Anaya, así lo dieron a conocer varios medios de comunicación, con fotos que lo evidencian.

Hace unos meses Juan Ignacio Zavala, cuñado de Felipe Calderón en su columna en el diario Milenio Laguna le dice al líder de su partido, Gustavo Madero: “no se trata de cambiar de collar, sino de dejar de ser perro”. Por su parte, el hijo de Maquío, Manuel Clouthier, en las redes sociales le contestó al propio ex presidente llamándolo “cabrón”. ¡Qué manera de disputarse el poder! Esto también lo escribió el propio Zavala en su espacio mediático: “… algo nos pasó en los gobiernos, que nos estancamos como partido, repetimos mañas y prácticas que eran patente de otro partido; nunca supimos cómo tratar al Presidente en turno. Al intento de la simbiosis del partido con el gobierno, le vino un desorden generalizado que ahora se ejemplifica en un patético cobro de facturas encabezado por el presidente del partido”. Y se siguen cobrando facturas.

A principios de 2012 con motivo de la contienda interna del albiazul aquí en Coahuila conocimos a través de los medios de comunicación de una denuncia ante la Procuraduría General de la República, contra el precandidato al Senado Luis Fernando Salazar Fernández, interpuesta, por tres militantes del PAN: el exdiputado local Luis Gurza Jaidar, el regidor con licencia de Torreón Rodolfo Walss y la diputada federal Tomasa Vives Preciado. Acusaron a Salazar Fernández de hacer uso de recursos públicos para su precampaña.

Los denunciantes señalaron que Luis Fernando Salazar (hijo de la expresidenta del PAN en el municipio de Torreón, Carmiña Fernández) usó programas sociales con los que entregó cobijas, ampliaciones de vivienda, apoyos a los adultos mayores del programa 70 y Más, he hizo uso indebido del programa de Oportunidades.

También hace poco más de un año, al calor de la disputa entre maderistas y corderistas por la coordinación de la bancada panista en el Senado de la República —que finalmente quedó en manos de Jorge Luis Preciado—, exhibieron el mal uso de los recursos públicos en el panismo: reparto de “préstamos” de 400 mil pesos, pago discrecional de “asesores”, compras con cargo al presupuesto legislativo de entre otras cosas, condones, champús, joyería, toallas, alfombras, tapetes y botellas de ron.

Y ahora la exhibición pública del video de la pachanga legislativa celebrada en una casona de Puerto Vallarta, cuya renta es de tres mil dólares diarios. A ritmo de banda y con bailarinas eróticas, sus excesos y su desfachatez han producido una oleada de indignación y pitorreo en la opinión pública ¿Aquí terminará el fuego amigo entre los grupos albiazules?

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