A principios de 2009, me propuse recabar la historia de los presidentes del tricolor del municipio de Torreón. Dicha inquietud fue a raíz de que en la galería existente en dicho instituto político no contemplaban a varios de los presidentes, en diversos periodos. Con esta inquietud en mente integré un pequeño equipo para realizar una investigación en las hemerotecas de los periódicos de La Laguna, en La Opinión, (hoy Milenio Laguna); en el Siglo de Torreón y en Noticias del Sol de La Laguna, así como en el archivo municipal de Torreón. Dicho trabajo culminó con el libro: Estos fueron nuestros presidentes. Vida política a través del Comité Municipal del PRI Torreón. La investigación a la par sirvió para recabar información de los presidentes del tricolor en Coahuila. De esta investigación paralela ahora contamos con el libro: La historia del partido de las instituciones en Coahuila.
El texto de Torreón deja constancia, desde la perspectiva de los presidentes del comité municipal, de ese instituto político, de la parte de la historia de este municipio lagunero, la que le corresponde al Revolucionario Institucional. Abarca desde 1929 hasta 2011, cuando era Partido Nacional Revolucionario, luego Partido de la Revolución Mexicana y ahora PRI. Este trabajo se basa en las notas publicadas en los medios escritos de la Comarca Lagunera sobre las coyunturas político-electorales y las actividades partidarias de los presidentes del PNR, del PRM y del PRI que transitaron a lo largo de esos años en el tricolor. El trabajo hemerográfico fue realizado con mucha meticulosidad, las notas periodísticas, de primera mano, son la fuente principal del trabajo. Esta parte de la historia priista a través de sus presidentes del instituto político tricolor no pretende de ninguna manera agotar el tema.
Las notas recabadas en el trabajo de investigación sobre los presidentes estatales del tricolor en Coahuila y las circunstancias en que les tocó participar, sirvieron de base para dicho libro. Esta labor la retomé con el apoyo de Miguel de los Santos. Espero que este trabajo sea completado con otras aportaciones. Mucho podrá añadirse sobre la historia política y las luchas por el poder de los gobiernos municipales y la propia del estado. En otras investigaciones, espero que el libro La historia del partido de las instituciones en Coahuila, sea un punto de partida.
El libro también ha generado un debate en torno a si priista se escribe con acento en la segunda i. Para argumentar por qué escribimos en el libro la palabra priista sin acento me remitiré a la opinión que al respecto sostiene José G. Moreno de Alba, de la Real Academia Mexicana de la Lengua: “Hace tiempo me llamó la atención, en algunos medios impresos, una interesante discusión sobre si la palabra priista debería o no llevar acento gráfico en la segunda i (de izquierda a derecha), es decir si lo correcto es escribir priísta (con acento) o priista (sin acento)”. Y agrega la explicación de las reglas de acentuación y de los hiatos: “Se llama hiato a la secuencia de dos vocales que no se pronuncian dentro de una misma sílaba, sino que forman parte de sílabas consecutivas … Ahora bien, el manual de Ortografía explica que, para fines ortográficos, sólo hay tres tipos de hiatos: 1) combinación de dos vocales iguales (por ejemplo, Saavedra: sa-a-ve-dra); 2) vocal abierta más vocal abierta distintas (teatro: te-a-tro); 3) vocal abierta átona más vocal cerrada tónica o viceversa (aúllan: a-ú-llan). Las dos reglas para acentos ortográficos de los hiatos son muy simples: 1a. Los hiatos de los dos primeros tipos (1 y 2) siguen las reglas generales de acentuación; 2a. Todas las palabras con hiatos del tercer tipo llevan tilde. Volvamos a priista. La palabra tiene un hiato (ii) del primer tipo (dos vocales iguales). En ese caso, por tanto, se sigue la regla general: las palabras graves o llanas (priista lo es) terminadas en vocal no se acentúan ortográficamente. En resumen: priista no lleva tilde”. Y remata Moreno de Alba: “… las palabras en las que hay un hiato de dos vocales iguales siguen las reglas generales de la acentuación y, de conformidad con ellas, priista no debe llevar acento gráfico”.
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