Las crisis económicas II

Hace dos semanas escribí un artículo sobre la recurrencia de las crisis económicas y recibí varias opiniones sobre ello. Algunas de nuestro país y otras de estudiantes extranjeros que me compartió Ely Mendoza. Empecemos con las de México.

Cecilia Ávila evocaba: “Este artículo me recuerda que también mi papá dio educación a sus siete hijos con su trabajo de camionero y sin ningún tipo de ayuda. En la actualidad nuestros hijos con ‘buenos empleos’ solo pueden educar a dos hijos. Pienso que el principal mal, aparte del uso inadecuado del dinero por parte del gobierno, es que gasta más de lo que recauda y recurre con mayor frecuencia al endeudamiento y con ello al pago de intereses. El pueblo es el más perjudicado, pagamos impuestos nuevos y servicios cada vez más caros. Por mi parte soy una gastalona y él era un ahorrador que todo lo pagaba en efectivo”.

Por su parte, el maestro Alberto Galván me compartió: “El comunismo se desplomó. El capitalismo no funcionó. Hay que aplicar la economía de esas mamás y abuelas de época, que aplicaban el recurso como se debía y cuando hacía falta, quién sabe de dónde lo ponían. Ellas deben dar clases en la universidad”.

El doctor Maximino Luna me manifestó desde Zacatecas: “Tengo la misma preocupación que la mayoría, vivimos las crisis económicas una tras otra, y solo unos cuantos se benefician de ello. Tenemos una clase media donde los dos miembros cabezas de familia tienen que laborar para sacar adelante sus metas. Tengo la misma pregunta, cuándo se terminará la época de crisis, porque no se avizoran soluciones. Mientras, a seguir trabajando…”.

Ahora les comparto algunos comentarios de estudiantes extranjeros en Nueva Zelanda: De Alemania Kathleen, 25 años, estudiante de la Carrera de Medical Research: “La situación económica en mi país es muy estable, tenemos solo un 4.9 por ciento de desempleo. El principal problema con el trabajo es que somos muchos jóvenes que estamos estudiando en la universidad y al momento de salir no encontramos trabajo de nuestras áreas, sin embargo podemos encontrar alguno aunque a veces no corresponda a lo que estudiamos. El trabajo en Alemania era más estresante, como resultado de eso, mucha gente se enfermaba, los servicios médicos son muy caros, ahora los trabajos son menos demandantes y ponen más atención en las horas de descanso. De cualquier manera, Alemania es un país con estabilidad económica y con excelentes servicios públicos”.

De Malasia Vincent, 32 años, tipógrafo: “La situación económica en Malasia está cambiando, años atrás entramos en una época de estabilidad, pero recientemente empezó a decrecer. La tasa de desempleo es de 10 por ciento, los servicios médicos no son los mejores pero funcionan, son accesibles y baratos. La vida es tranquila aunque el índice de delincuencia es alto”.

Risa, 26 años, diseñadora, japonesa: “La situación económica en Japón está decreciendo, la calidad de vida solía ser mayor en el pasado, sin embargo, el país sigue productivo y trabajando, no se detiene y siguen las esperanzas de que mejore, también depende de nuestra cultura. Por ejemplo hace días en una clase hablábamos sobre el tiempo de espera en los cafés, la maestra preguntó ¿Tú qué harías si pides un café en un restaurante y después de 30 minutos tu café no ha llegado? Las personas de Latinoamérica e inclusive de Europa dijeron que era normal, que si les gustaba ese lugar esperarían o llamarían a la mesera para preguntar el por qué. Esto me llamó mucho la atención ya que en Japón nosotros no tenemos media hora para esperar por un café, todo nuestro día está programado en el trabajo. En general la vida en Japón es de calidad, los precios son altos, pero también los salarios. No cambiaria mi país por nada”.

Finalmente Dami, 26 años, estudiante de Trabajo Social, de Korea del Sur: “La situación económica es estable, con muchas oportunidades de trabajo, buenos servicios públicos y salarios. Mi país es muy limpio, sin embargo, es muy estricto, nuestra educación es demasiado rígida, estudiamos todo el día, es muy estresante. El principal lugar para conocer gente, incluyendo al novio es en las bibliotecas, además tenemos el gran compromiso con nuestras familias de salir bien en la escuela pues es realmente costoso pagar la universidad. Por eso las nuevas familias deciden no tener hijos, por la dificultad que representa pagar la escuela”.

Salvador Hernández Vélez
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