El debate, ni despeña ni despeina

El debate se dio en un contexto electoral donde el puntero de las encuestas Enrique Peña Nieto del PRI en coalición con el Partido Verde Ecologista ha mantenido a lo largo de la campaña al menos una diferencia de 20 puntos porcentuales en relación con la candidata del albiazul que en estos momentos compite con AMLO por el segundo lugar y el candidato de Nueva Alianza oscilando en una preferencia del 2 por ciento.

También el debate se dio frente a la negativa de las cadenas de televisión de transmitir el debate. Ricardo Salinas Pliego en relación al reclamo que hicieran varios actores políticos para que se transmitiera el debate por el canal de TV Azteca de mayor audiencia declaró que “sólo el 15 por ciento de la población dice estar interesado por el debate y al 54 por ciento no le llama la atención en lo más mínimo … y nosotros estamos en el negocio de entender las preferencias del público, además que ninguna ley nos obliga a transmitir el debate”. Este desinterés de los ciudadanos por la política del que señala Salinas Pliego, se muestra en las mediciones que nos presenta Latinbarómetro, a este desencanto por la política también contribuye, las promesas que hace seis años hizo Felipe Calderón como candidato, sobre la seguridad y el empleo; en su administración las cifras evidencian lo falso de sus promesas de campaña: 60 mil muertos y los más altos índices de desempleo de la historia.

De acuerdo con diferentes encuestas postdebate, Peña Nieto se mantiene como el puntero. En la encuesta de Excelsior: Enrique Peña Nieto obtiene 28.77%; Andrés Manuel López Obrador, 21.49%; Josefina Vázquez Mota, 18.57%; Gabriel Quadri 21.85%; No contestó 9.32% . En la del El Universal: Enrique Peña Nieto, 31.6%; Andrés Manuel López Obrador, 20.8%, Gabriel Quadri, 18.4%, Josefina Vázquez Mota, 17.3% . En la de CNN, a la pregunta de ¿qué candidato salió fortalecido después del debate?: Enrique Peña Nieto, 45.9%; Josefina Vázquez Mota, 40.8%; Andrés Manuel López Obrador, 7,4%; Gabriel Quadri 6%.

Las expectativas de muchos analistas y de adversarios era que Peña Nieto “no hila más de tres frases”,“tiene miedo a debatir, no sabe hacerlo”, “sino le ponen telepronter no va a saber que hacer”, “se va a apanicar ante los primeros ataques de Andrés Manuel y de Josefina, se va a poner nervioso y no va a saber que hacer” y “la experiencia en debates de AMLO lo va a acabar, así como en su momento Andrés Manuel le ganó el debate incluso al Jefe Diego” y remataban, “si el Jefe Diego experimentado como tribuno, no pudo con AMLO, Peña Nieto menos”. El pronóstico de estos comentaristas de café es que Peña Nieto perdería y con mucho el debate. Se equivocaron.

Los pronósticos les fallaron y ahora están sorprendidos del resultado del debate. Porque Peña Nieto mostró el carácter, supo manejar situaciones, manejo cifras y propuestas sin titubeos, nunca se le vio nervioso y mantuvo su posición de puntero en las encuestas sin dejar de contestar los ataques a fuego cruzado de sus adversarios. Se manejo con soltura para sorpresa y desencanto de sus críticos, y contestó con puntualidad y con datos precisos las acusaciones de sus contrincantes. Confrontó y retó a Josefina que no supo responder, no era el Peña Nieto que le pintaron sus asesores.

Sin mucha TV el debate entre los candidatos se llevó a cabo el domingo. Sin embargo, también hay que aclarar que los votos tampoco dependen del todo de un debate. Y menos si los candidatos que están en el segundo y tercer lugar de las encuestas en vez de aprovechar el debate por televisión insistieron en atacar al puntero, a Enrique Peña Nieto, en vez de presentar propuestas para que los electores las evaluen y los convenzan de votar por ellos. Por apostarle al ataque y a la confrontación dejaron Josefina Vázquez Mota y Andrés Manuel López Obrador pasar la oportunidad para afianzar sus campañas, para subir en las encuestas fortaleciendo a su favor la intención del voto. Lo único que lograron es que Peña Nieto se confirme como el virtual ganador y como la mejor opción de gobierno para sacar al país del estancamiento retomando el rumbo del crecimiento. Peña ni se despeñó, ni se despeinó.

Salvador Hernández Vélez

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