¡Otro partido!

Andrés Manuel López Obrador ha decidido iniciar el proceso para constituir un nuevo partido de izquierda. En los hechos será el partido de un solo hombre. Ello significa que deja al partido donde militó durante 23 años y que dirigió a nivel nacional, ya antes había militado en el PRI en Tabasco. ¿Qué tan bueno puede ser este anuncio de AMLO? Creo que no es bueno ni para la izquierda, ni para la democracia. La tarea que se ha echado a cuestas AMLO no deja de ser arriesgada. Los miembros del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) lo apoyaron para pelear por la Silla Grande, ¿lo acompañarán en esta nueva aventura? Queda claro que lo que busca es aparecer en la boleta en 2018 y con Morena transformándola en partido político al menos durante más de un año se mantendrá en el escenario político-electoral y luego empezará a competir en las elecciones locales. Esto en los hechos perfila la nueva estrategia para mantenerse vigente hasta el 2018.

Si se queda en el PRD no tiene segura una tercera candidatura, pues dentro de seis años tendrá en Marcelo Ebrard y en Miguel Ángel Mancera serios competidores. Pero con un partido de su “propiedad” asegurará su candidatura a la Presidencia de la República. Este nuevo empeño de López Obrador, va más allá de las fronteras de las izquierdas, y a Peña Nieto le pavimenta en buena parte el camino para asumir el próximo primero de diciembre. AMLO ahora obtuvo una fuerza menor que en 2006. Pues la distancia entre el primero y segundo lugares no fue menor: 3 millones 309 mil 765 votos, equivalentes al 6.6% de la votación total, lo acreditan y la impugnación jurídica tampoco quedó raspada en las instancias judiciales. De esta manera AMLO no será sujeto a las negociaciones con las izquierdas para diseñar su nueva estrategia de hacía el 2018. Con este nuevo partido las izquierdas participarán divididas en las siguientes elecciones presidenciales.

La empresa encuestadora Covarrubias y Asociados, en su estudio postelectoral exhibe que el 67% de la gente tiene ahora una opinión buena, muy buena o regular del presidente electo de México y el 56% de la población tiene una opinión buena, muy buena o regular de Andrés Manuel. Sin embargo el 61% de la gente no quiere que López Obrador haga su propio partido. La decisión de López Obrador evidencia por una parte su afán por participar en el reparto del pastel, esto es en el financiamiento público a los partidos, y por la otra descobija la carencia de identidad de las izquierdas. No hay en la nueva estrategia de AMLO ninguna propuesta que plantee una salida anticapitalista a la crisis económico-política y de inseguridad que estamos atravesando, no ha definido el perfil del nuevo partido ¿Qué aportará como novedad al ya de por sí amplio espectro de las izquierdas?¿El sistema de partidos mexicano necesita un nuevo partido de izquierda y a que corriente ideológica va a representar?

Lo que si salta a la vista es que el tabasqueño vuelve a sacudir la dinámica política del país. Ante un Zócalo lleno, después del resultado del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y la declaratoria a favor de Peña Nieto como presidente electo, el excandidato presidencial le propuso a sus seguidores separarse de los partidos que lo respaldaron en la contienda electoral.

En la reunión con sus incondicionales les dijo: “En lo que a mí corresponde, en esta nueva etapa de mi vida, voy a dedicar toda mi imaginación y trabajo a la causa de la transformación de México. Lo haré desde el espacio que representa Morena, por esta razón me separaré de los partidos del movimiento progresista. No se trata de una ruptura, me despido en los mejores términos. Me separo de los partidos progresistas con mi más profundo agradecimiento a sus dirigentes y militantes […] Tengo en el PRD muchos amigos, que en todo momento me dieron su confianza y respaldo y, en correspondencia, considero que les di lo mejor de mí y los representé con entrega y dignidad. Estamos a mano y en paz.”

Después, los conminó para que el 12 de septiembre arrancaran el proceso para transformar a Morena en un nuevo partido político: “…entre todos decidiremos, de manera democrática, si Morena continúa como asociación civil o se constituye en partido”. Y remató: “En lo que a mí respecta voy a participar el 15 de septiembre como delegado efectivo en la asamblea donde me corresponde.”

 

Salvador Hernández Vélez

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